La "socialización del patrimonio", o que los restos arqueológicos descubiertos en Navarra lleguen al público, debe ser una de las prioridades de actuación en este ámbito, ha afirmado Carlos Zuza, arqueólogo de la empresa Gabinete Trama.

OPCIONES: TAPAR LOS RESTOS O MUSEALIZARLOS

Cuando en el desarrollo de una obra aparecen restos arqueológicos, ha explicado, las opciones son generalmente "o dejarlo perfectamente preservado, tapado y protegido, o aprovechar precisamente para dejarlo musealizado y expuesto a la vista de todos, lo que se llama la 'socialización del patrimonio', que es una de esas cosas hacia las que tenemos que llegar".

Se trata, ha declarado, de que todas las investigaciones que se realizan sobre el patrimonio "lleguen efectivamente al público", algo que "no es siempre fácil, es costoso. Tiene siempre sus problemáticas, pero es el ideal al que siempre queremos llegar".

LA ARQUEOLOGÍA DE GESTIÓN

Gabinete Trama se dedica a la "arqueología de gestión", que es la que se lleva a cabo para salvaguardar los restos arqueológicos cuando se hacen obras en las que se excava el terreno.

"Nuestro trabajo es salvar esos restos. No puedes destruirlos, sino que tiene que haber un estudio previo y luego decide la Administración qué es lo que se hace", ha comentado Zuza, quien ha destacado que, "cuando aparece la noticia de 'han parado una carretera porque han aparecido unos huesos', pues esos somos nosotros".

En los últimos 15 años, Gabinete Trama ha centrado su actividad en el Casco Antiguo de Pamplona interviniendo en la construcción de aparcamientos, edificios dotacionales, grandes infraestructuras y multitud de pequeñas intervenciones en inmuebles del barrio.

LA PRIORIDAD, PROTEGER EL PATRIMONIO

El trabajo de los arqueólogos ha cambiado mucho desde que los hallazgos eran casi siempre casuales: "Mucha gente piensa que cuando aparece algo te llaman y vas corriendo, pero esto es como la medicina preventiva, que es más interesante intervenir para detectar las cosas antes de tiempo que luego tener un problema ante las narices", ha afirmado.

La "prioridad número uno", ha dicho, es que el patrimonio arqueológico "sufra lo menos posible, evidentemente" y se pueda "enmendar la herida antes de que aparezca". Si por condicionantes de la obra hay que excavar en el yacimiento, "viene la Administración, Príncipe de Viana en este caso", para decidir qué se hace con los restos, ha señalado Zuza.

La casuística de los hallazgos es muy amplia, tanto como el extenso legado histórico del territorio navarro. "Cuando llegas a una obra, puede pasar cualquier cosa", ha comentado Zuza, quien ha apuntado que se hacen estudios previos muy importantes en todas las obras "precisamente para no ir a ciegas", pero, una vez que los arqueólogos se arremangan, lo que va a salir de la tierra es una incógnita.

"Hay que tener en cuenta que en los últimos miles de años el hombre ha ido dejando restos en el suelo y puede aparecer cualquier cosa. Si aparecen restos romanos o medievales, puede haber estructuras. De épocas prehistóricas muchas veces son estructuras negativas, que son hoyos o zanjas excavados en el suelo. Por eso la casuística es tremenda, muy cambiante", ha precisado.

UN CAMBIO DE SENSIBILIDAD

Afortunadamente, el cambio en la sensibilidad a la hora de llevar a cabo los proyectos de infraestructuras ha sido enorme. "Siempre es complicado conjugar los restos arqueológicos con las obras y a veces sí que se consigue. En esto ha habido un cambio cultural de los propios promotores. Muchas veces las constructoras, donde antes era 'hemos visto un problema' ahora 'hemos visto una oportunidad'", ha resaltado.

En este sentido, ha puesto el ejemplo de un edificio rehabilitado en la calle Compañía de Pamplona, donde han quedado unos restos arqueológicos musealizados en el portal y hay muchos otros casos en los que, "si se puede dejar algo a la vista, se ha dejado".

En ocasiones, ha declarado, "te encuentras una zona ajardinada en medio de un polígono industrial, donde hay restos que no se pueden quedar a la intemperie, porque no se conservarían bien, pero sí que se han preservado perfectamente y están ahí a futuro por si se quiere seguir estudiando y por supuesto por no destruir patrimonio".

MITOS A DESMONTAR

En cuestión de arqueología, también hay algunos mitos que desmontar, como el hecho de que todo lo que aparezca en una finca particular pertenece a su propietario.

"Mucha gente no lo sabe, pero eres propietario de la superficie del terreno, no de la tierra y de lo que hay hacia abajo, porque eso es un patrimonio de dominio público. Si te aparecen en tu campo unas monedas de oro, que sepas que nos pertenecen a toda la sociedad en su conjunto", ha señalado.

La Ley de Patrimonio sí que establece en ese caso que puede haber algún tipo de compensación que puede llegar al 25 % del valor de tasación de lo que haya aparecido en el terreno.

Quedarse los restos arqueológicos está penado por la ley: "Es que no es tuyo, es un patrimonio público y no te lo puedes quedar", ha afirmado Zuza.