La doctora Fermina Beramendi Garciandía, médica de la UVI móvil de Pamplona, explica que “realizar técnicas de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) en los primeros minutos tras una parada cardíaca duplica o incluso triplica las probabilidades de sobrevivir a ésta”. Así, teniendo en cuenta que entre el 60-70% de las paradas cardiorrespiratorias se producen en el domicilio, consideró “fundamental que los testigos inicien las maniobras de RCP" cuanto antes y "así probablemente estarán salvando a sus familiares, amigos, vecinos…”.

La doctora Beramendi es la protagonista de la última píldora para la salud sobre Parada cardiorespiratoria: ¿qué hacer?, que ha publicado este miércoles el Colegio de Médicos de Navarra en colaboración con la Sociedad Navarra de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES-Navarra). Como señala la especialista, “cada minuto de retraso en la atención a la parada cardíaca hace disminuir un 10% las posibilidades de sobrevivir a la misma, de manera que con una atención correcta y precoz bajaría su mortalidad de manera muy importante”. Sin embargo, en la actualidad, estas maniobras "sólo se realizan en una de cada cinco personas que sufren un paro fuera del hospital"; de ahí la importancia de aprender estas maniobras.

¿Qué podemos hacer frente a una parada cardíaca?

¿Qué podemos hacer frente a una parada cardíaca? COLEGIO DE MÉDICOS DE NAVARRA

La experta indica en el vídeo que la tasa de supervivencia de un paro cardíaco sin la debida atención médica es muy baja: un 8% en Europa y algo mayor en Navarra, en torno al 10%, razón por la cual es de vital importancia divulgar los conocimientos básicos para aplicar las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). “Si fuéramos capaces de conseguir aumentar el porcentaje de personas que aprenden e inician estas medidas se podría llegar a salvar entre un 15-20% más de vidas”.

“Si fuéramos capaces de conseguir aumentar el porcentaje de personas que aprenden e inician la RCP se podría llegar a salvar entre un 15-20% más de vidas”

Fermina Beramendi - Médica de UVI móvil

Qué es una parada y cómo activar la cadena de supervivencia

Fermina Beramendi expone en el vídeo que la parada cardiorrespiratoria “es una situación crítica y potencialmente reversible en la que bruscamente se detienen las funciones cardiocirculatorias del organismo: cese de la función respiratoria y cese de la actividad cardíaca” y que generalmente acontece derivado de problemas médicos agudos como infartos, arritmias cardíacas, trombos, anafilaxias, etc. En los países occidentales, los problemas del corazón son la causa más frecuente en adultos.

Según explica, clínicamente la parada cardíaca se identifica cuando una persona no responde a nuestra llamada o a los estímulos dolorosos y no respira (o no lo hace con normalidad). “Si el paro cardiorrespiratorio no se contrarresta con medidas de reanimación o resucitación, produce una disminución brusca del transporte de oxígeno, que da lugar a una mala perfusión del cerebro, y posteriormente conduce a lesiones celulares irreversibles y a la muerte”.

En 1980 la American Heart Association estableció una serie de recomendaciones llamadas “cadena de supervivencia”. Los cuatro eslabones iniciales son, en primer lugar, el reconocimiento precoz y la alerta rápida a los servicios de emergencias, seguido del inicio inmediato de maniobras de RCP, la desfibrilación precoz y, por último, el apoyo cardiovascular avanzado administrado en el más corto plazo posible. “Los dos primeros eslabones constituyen el Soporte Vital Básico (SVB) y deberían ser conocidos por toda la población”, afirma la doctora.

Hay que actuar: "Lo peor es no hacer nada" 

Frente a una parada cardíaca, como sostiene, lo prioritario es actuar, “lo peor es no hacer nada. Hay que vencer al miedo y la confusión inicial y actuar siguiendo una serie de pasos”.

El primer paso, explica la doctora. Beramendi, “es identificar que nos encontramos ante una parada; es decir, la persona no responde y no respira”. Para comprobar la consciencia, aconseja llamar al paciente y golpearle ligeramente en la zona de los hombros, brazos… “si no nos contesta podemos decir que está inconsciente”. Para comprobar si respira colocamos una mano sobre la frente y con la otra tiramos del mentón hacia arriba (así evitamos que la lengua impida el paso del aire a los pulmones). “En esta posición hacemos lo que se conoce como ver-oír-sentir la respiración, que consiste en ver si sube y baja el tórax espontáneamente, oír la respiración acercando el oído a la boca-nariz y sentir el aire exhalado. Esto no debe llevarnos más de 10 segundos. Ante la duda, debemos considerar que no respira”.

Una vez identificada la parada y mientras llamamos al 112, iniciaremos las compresiones torácicas. “Debemos intentar transmitir con la mayor tranquilidad posible los datos que nos soliciten desde el 112, sin dejar de hacer las maniobras de RCP. Los operadores del centro de emergencias nos guiarán y localizarán el desfibrilador más cercano para poder conseguir una reanimación eficaz”, concluye la especialista.