Este año tampoco va a ser posible la unidad del feminismo y habrá movilizaciones diferenciadas con pancartas también distintas. ¿Cree que la ‘ley trans’ les separa todavía más?

Yo voy a la que he ido toda la vida, a la mesa 8M del movimiento feminista de Madrid, que se lleva convocando 40 años. Es la gran manifestación, la que organizó la huelga feminista. Lo otro es algo orquestado por un grupo que va por otro lado, pero no es una manifestación. Hay que hacer el análisis de por qué sucede. Y por qué antes de 2019 esto no pasaba y jamás se planteó esta división ni nada en contra, supuestamente, de las personas trans.

Pues contéstese.

Esto empezó a suceder cuando un ministerio, el de Igualdad, pasó a manos diferentes. En una palabra, que no obedece a nada ideológico. Lo cual no quiere decir que a lo largo de los últimos tres años haya gente que se lo haya creído y tenga fobia hacia las personas trans. Pero es la prueba del algodón de que todo sucede a partir de que el ministerio recae en otra formación política. Tú crea un problema donde no existe para luego poder vivir de él. Por qué ¿quién estaría hablando de estas personas si no fuera por esto?

"La mayoría de las que lideran el debate son ángeles caídos, habían perdido su acta de diputada, o caído en el olvido"

Asegura que el foco del 8M debe ponerse en la desigualdad o los asesinatos machistas. Y no en el borrado de las mujeres “porque nosotras llevamos aquí de toda la vida”.

Pensemos en todo el tiempo que se ha perdido y todos los ríos de tinta copados con noticias de si una persona trans en Escocia va a ser encarcelada en una prisión de mujeres, o lo que sea. Pensemos si esos espacios los hubiéramos llenado con las demandas del feminismo, la plena igualdad de la mujer con el hombre en todos los ámbitos. Si estuviéramos hablando de que nos siguen matando, de la brecha salarial, de la precariedad laboral, del empobrecimiento... Pero para algunas personas estas cuestiones han pasado a un segundo plano. También hay que reflexionar sobre en qué manifestación va la práctica totalidad de las feministas.

El feminismo somos todas o no hay feminismo, dice usted.

Y no lo digo yo, lo dice la inmensa mayoría. Primero porque no hay un solo tipo de feminismo. En el feminismo, desde la noche de los tiempos, ha habido siempre debates. Y no es lo mismo ser mujer en España, que mujer racializada, que ser mujer en las zonas de guerra, o ser mujer en Irán o Afganistán. Y luego las particularidades de ser mujer trans. Angela Davis hace un llamamiento a que el feminismo llegue a las mujeres empobrecidas, racializadas, a las mujeres trans. De hecho señala que hay un feminismo elitista, blanco, privilegiado, un feminismo de salón, muy alejado de las mujeres de barrio. El feminismo es diverso y nos nutrimos unas de otras, y no hay nadie que expida carnés de feministas.

Pero no me negará que la ley trans y la del solo sí es sí han fraccionado el movimiento feminista. 

No podemos negar que la apariencia es la de una brecha porque algunos poderes han copado los medios de comunicación con un falso debate. Pero ¿cómo el 0,3% de la población va a borrar al 51%? Mediáticamente la brecha está abierta pero esa no es la realidad de la calle. Afortunadamente no ha permeabilizado en la sociedad. Si en la calle se reprodujera lo que sucede en las redes sociales, estaríamos dándonos de tortas unos a otros. Así que no nos vayamos a creer las mentiras de los demás, a sabiendas de que es un debate absolutamente inflado porque se ha creado un problema que no existe. 

"No es igual ser mujer en España que ser mujer racializada, que en zona de guerra, o ser una mujer trans"

¿Cómo surgen las diferencias? 

Parece que es un debate que nace en 2019 cuando se conforma el nuevo gobierno. Pero tampoco es nuevo, apareció allá por los 70, cuando también se planteaba que las mujeres lesbianas no podían ser sujetos activos del feminismo. Este es un debate traído e interesado, y puesto ahora sobre la mesa. 

¿Por quiénes?

Curiosamente la inmensa mayoría de las personas que lideran este debate son ángeles caídos. Personas que habían caído en el olvido, que perdieron su acta de diputadas o personas que sabían que no iban a repetir. Y tuvieron que crear una confrontación para poder liderarla y nutrirse de ella.

Alguna gente se empeña en decir que la transexualidad no está en el debate público. ¿Pero qué siente usted cuando por ejemplo se entera del suicidio en Sallent de Alana/Ivan? Lo siento, pero es que los padres insisten en que se la llame con el nombre femenino.

Bueno, el abuelo dijo que quería llamarse Iván. Y ¿cuántos padres no quieren reconocer la propia identidad de sus hijos ni la orientación sexual? Todo el colegio está diciendo que quería que la llamaran Ivan. O sea, por mucho que los padres digan, con todo el respeto para ellos, me produce más respeto la persona que se ha quitado la vida.

"Tras la muerte de Iván pensé en la desvergüenza de decir que nuestros índices de suicidio son por ser trans"

¿Qué pensó cuando se enteró de la noticia?

Sobre todo, pensé en el atrevimiento, y la desvergüenza de decir que nuestros índices de suicidio, elevadísimos, por encima del resto de la población, obedecen a ser trans. Esto es ruin. Y es además un intento absolutamente espúreo de lavar las sucias conciencias. No, señores y señoras, no nos suicidamos por ser trans, nos suicidamos porque nos impiden e imposibilitan las vidas hasta el punto del tormento de acabar con nuestras propias existencias. 

Creo que Díaz Ayuso se expresó en esos mismos términos. 

Sí, la propia Ayuso lo dijo y hace falta tener muy poca vergüenza para decirlo. El suicidio viene del hecho de que nos imposibiliten el derecho a ser. Por favor, salgan ya de las bragas y de los calzoncillos ajenos. Y si no tienen vida sexual propia, pues que se compren un tamagotchi, pero que nos dejen en paz, porque hay un acoso y persecución absolutamente miserable hacia un colectivo ya perjudicado y estigmatizado. Caerle encima para apalearle más es de cobardes y miserables, y así serán contemplados por la historia. 

"Hay un acoso y persecución absolutamente miserable hacia un colectivo ya muy estigmatizado"

La sensibilidad es creciente. Hace poco una actriz vizcaina ha ganado el Oso de Plata en la Berlinale por dar vida a una niña trans en ‘20.000 especies de abejas’.

Es muy importante, porque la vida avanza contrariamente a lo que nos quieren hacer creer. La directora de 20.000 especies de abejas se acercó a Naizen, precisamente por el suicidio de un menor trans. Allí conoció esa realidad y decidió hacer esta película y 20.000 especies de abejas, se va a la Berlinale. Estaba en casa y cuando lo vi en el telediario pegué un grito que los vecinos debieron pensar que me había tocado una Primitiva. Porque la vida, a pesar del odio, se sigue abriendo camino, aunque con más dificultad.