El examen de Lengua Castellana y Literatura es uno de los mayores retos de la EvAU. A la salida del mismo se respiraba tranquilidad y alivio en el campus de la UPNA. Los estudiantes aprovechaban la hora de descanso antes de la prueba de Historia de España. Para Lucía Corera, alumna del colegio Nuestra Señora del Huerto, Lengua “es uno de los exámenes más difíciles”. “No sabes, qué te va a caer y se pueden repetir preguntas. Pueden entrar dos de adecuación, dos de cohesión...”, explicó. Y es que este examen es uno de los que más imponen a los estudiantes. Prueba de ello es el campus vacío a diez minutos de acabar el tiempo estimado para la prueba. Casi todos los alumnos intentan agotar cada minuto bien para acordarse de cada detalle o para repasar.

Uno de los pocos que salió con holgura es Unai Zurbano, alumno de Jesuitinas. “Para ser el primer examen me ha salido mejor de lo que pensaba, he tenido tiempo para repasar con calma”, aseguró. A pesar de haber realizado las pruebas de acceso a la universidad, su plan es bastante distinto. Su intención para el próximo curso es estudiar un grado de Formación Profesional de Logística del Transporte pero aprovecha que ha estudiado los contenidos en el colegio para presentarse.

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Fotos de la EvAU 2023 en Navarra Javier Bergasa

La mayoría de alumnos sí que quieren acceder a un grado universitario y aquí se presentan dos escenarios. El de aquellos que ya están admitidos en una Universidad, por lo que tan solo necesitan aprobar la EvAU, y los que sí necesitan aspirar a la máxima nota para poder estudiar lo que desean. Álvaro Garmendia, del colegio Luis Amigó, se encuentra en la primera situación. “He conseguido una beca para estudiar Ciencias Medioambientales. Como ya me han cogido, estoy más tranquilo haciendo los exámenes”, afirmó este estudiante. La otra cara de la moneda la presenta June Arizaleta, del IES Iturrama, cuya aspiración es estudiar la doble titulación de ADE y Derecho. Sin embargo, esta joven reconoció que “si no me da la nota haré solo ADE”. El hecho de tener que alcanzar una nota es un factor de presión para los estudiantes. Las notas de corte se han elevado desde el año 2020 en el que se cambió el modelo de examen. Ahora hay mayores opciones a la hora de responder, algo que, según estudiantes de distintos centros, facilita el estudio de las asignaturas más pesadas. Sin embargo, no compensa a los nervios con los que afrontan los exámenes.

Todos los estudiantes coinciden en que son exámenes muy exigentes, “al fin y al cabo, es lo que determina si entramos o no en la carrera”, comentó Iván Torrano, alumno del colegio Luis Amigó.

Con esta presión encima cada uno decide cómo organizarse. Muchos alumnos, como Marcos Moncosí, del Liceo Monjardín, resaltaron que venían “bien preparados” porque han hecho un ensayo en el colegio. Más allá de las actuaciones de cada centro depende de la concentración de cada uno y sus métodos de estudio. Por un lado, está quien estudia con amigos , como Amaia Fernández, ya que “se estudia mucho mejor”. Por otro lado, está quien prefiere estudiar por separado y seguir sus ritmos. Aimar García, del IES Eunate BHI, aseguró que “si estudias tres horas a la mañana y tres a la tarde a diario, se saca bien”.

Superado el primer día, hoy tienen su turno los que se examinen del modelo D en euskera a las 8.30 y a partir de las 11 tienen lugar los exámenes de las distintas modalidades de Bachillerato.