Miguel Mendizábal ya pensaba desde hacía tiempo en dar un cambio de rumbo a su vida y conocer otras realidades. Procedente de Pamplona, de Zizur, estudió Magisterio en la UPNA y, tras unos años ejerciendo como profesor, decidió hacer un cambio radical en su vida. Investigando diferentes maneras de cumplir con su vocación de docente, dio con la ONG Acoes. De esta forma, con 24 años y poniendo dinero de su propio bolsillo, el 5 de octubre de 2022 hizo las maletas y viajó a Honduras para cumplir con su objetivo de ser misionero. “Al principio estaba en Tegucigalpa, la capital, de profesor en una escuela y en el vertedero municipal”. Allí pasó unos meses, hasta que se trasladó a un internado ubicado en la localidad de Copán, donde había 17 chicas adolescentes que venían de comunidades indígenas a estudiar. Era el responsable de la casa y se encargaba de “dar acompañamiento y apoyo educativo”.

Mendizábal se levantaba cada día a las cinco y media de la mañana. A las seis hacía la oración y luego desayunaban. “Después de desayunar, hasta las nueve, les daba clase de Matemáticas y también nos encargábamos de cuidar el campo”. Durante la tarde había un poco de tiempo de ocio y continuaban con las clases. Tras otro rato de oración, a las diez y media se iban a dormir.

Las clases eran de chicos o de chicas, con diferenciación por sexo. Eso no es casualidad. Como afirma Mendizábal, “Honduras es uno de los países con más porcentaje de embarazos en adolescentes”. Este no es el único de los choques culturales con los que se encontró. También le sorprendió la desigualdad. “En Honduras no hay clase media”. Lo primero que le impactó al llegar al país fue la pobreza. Dos de cada tres personas viven en la pobreza. “Me sorprendió estar en los vertederos y ver que había gente que vivía allí”. Otras de las realidades que le impactaron fueron la inseguridad y el papel de la mujer. “La tasa de homicidios en el país es muy alta y el papel de la mujer es muy pobre”.

Ante todo esto, la idea que sostienen tanto Mendizábal como Acoes es la de acabar con la extrema pobreza mediante la educación. “Es increíble que un proyecto como este les dé la oportunidad a miles de jóvenes de poder estudiar”.

El 16 de mayo regresó a Pamplona, con una visión del mundo completamente nueva y más rica. Aún no sabe qué va hacer en el futuro. Podría volver, podría quedarse. Después de todo, tiene que pensarlo con calma. Porque sacar conclusiones justo después de semejante experiencia vital, es difícil. “Cuando vuelves las cosas te parecen un poco insípidas”.

Detalles

Las fechas. Miguel Mendizabal viajó a Honduras el 5 de octubre de 2022 y regresó el 23 de Mayo de 2023. Leoncio Alvarado llegó a Pamplona el 14 de septiembre y volverá a Honduras cuando termine el Máster, durante el mes de julio.