La temporada de cosecha de trigo está en pleno rendimiento, con una producción menor en Navarra respecto al año pasado. Sin embargo, hay cosas que no cambian. Los aguiluchos cenizos (Circus pygargus) continúan nidificando en el suelo, preferentemente de cultivos cerealistas como cebada y trigo, por lo que el Gobierno de Navarra vigila que todo vaya bien. La colaboración de los agricultores es imprescindible, destacan, cosa que se comprobó recientemente en Villatuerta.

Todo comenzó cuando Javier Saez de Galdeano, agricultor de la localidad, estaba cosechando su campo de trigo. A bordo de su tractor cosechadora, “volvía por el mismo tajo cuando, de repente, me di cuenta que habían aparecido cuatro polluelos”. Había pasado por encima y seguían vivos, se sorprendió, por lo que decidió juntarlos entre sí y ponerles un poco de paja. 

“No vi ningún nido, estaban ahí, en el suelo”, apuntó Saez de Galdeano, lo que explica, en parte, que Medio Ambiente, que “tiene todos localizados”, no tuviese ningún nido registrado en la zona. “Nada más verlos les llamé y vinieron a poner unas mallas para proteger el nido”, apuntó, y añadió que “es la primera vez que me pasa algo parecido”.

Desde Guarderío de Medio Ambiente confirmaron que “el objetivo es que la nidada no fracase por causas humanas”. Investigan el comportamiento de los individuos y así encuentran los nidos, que sobre todo aparecen en zonas cerealistas de Tierra Estella, Tafalla, Tudela y Pamplona. Se alimentan de roedores y grandes invertebrados que parasitan estos cultivos, por lo que “realizan una gran labor de control biológico de plagas.

Las nidadas de estas especies, que migran a África a pasar el invierno y vuelven a donde nacieron a procrear, coinciden con la época de cosecha, por lo que las puestas y las crías peligran al utilizarse maquinaria pesada para labores agrícolas.

Procedimiento a seguir:

  • Nada más encontrar el nido: Guarderío de Medio Ambiente solicita a los agricultores que den aviso a través del teléfono 646594948, en caso de localizar un nido de aguilucho en los campos de cereal, con el objetivo de asegurar su desarrollo.
  • No manipularlo: Si durante la siega se localizan nidos se debe evitar la manipulación de los pollos o huevos y esperar la llegada de los guardas.
  • Si ellos lo detectan: Guarderío lo notifica al titular de la parcela e insta a colaborar, evitando provocar molestias y facilitando, si se considera necesario, la colocación de un cercón, o bien respetando una superficie sin segar. Finalizada la campaña, el Servicio de Biodiversidad realiza una evaluación y establece una compensación económica por dicha colaboración.