La tormenta del 6 de julio, día del Chupinazo en Pamplona, acompañada incluso por instantes de granizo menudo, que descargó en la tarde noche, y que obligó a suspender varios de los actos más señalados de las fiestas, como la corrida de rejones cuando aún faltaban dos toros, el lanzamiento de los fuegos artificiales o los distintos conciertos programados en los escenarios de referencia, dejó datos que pueden resultar históricos.
Según el meteorólogo Urko Jalle, se trató del 6 de julio más lluvioso de la historia desde que hay registros, con 32 litros en la capital navarra en apenas dos horas. Conviene recordar que el 6 de julio del año pasado también resultó muy lluvioso, pero con unas intensidades menores. El agua cayó en algunos momentos de forma torrencial y se registraron 15 litros en solo 20 minutos.
Pero la precipitación no se quedó solo en Pamplona. En la Comarca se registraron hasta 48 litros en Zizur, mientras que llegaron a 41 litros en Doneztebe y a 37 en Etxarri-Aranatz y en Uharte Arakil.
Bomberos y policías se implican en la limpieza de calzadas
Bomberos de Navarra y efectivos de las distintas policías tuvieron que atender numerosos sucesos como desprendimientos o inundaciones. En Pamplona fueron una veintena de intervenciones, concentradas principalmente entre las 21:30 y las 22:00 horas, a tenor de las llamadas que se recibieron en ese tramo horario.
Los principales problemas de acumulación de agua se produjeron en la zona de la Avenida de Zaragoza, barrio de Iturrama, la UPNA y la Universidad de Navarra, y en la Avenida Comercial de Barañáin, hasta donde acudieron la Policía Municipal y bomberos de las bases de Cordovilla y Trinitarios, principalmente por tapas de registro que habían quedado levantadas por el excesivo caudal de agua.
De hecho hubo alguna incidencia vial al meter algún vehículo una rueda en el agujero que había quedado abierto. También el caudal de los ríos Arga y Sadar aumentó significativamente, aunque sin llegar a desbordarse.
Por otro lado, fuera de Pamplona, en el kilómetro 27 de la carretera NA-178, en Ustés (Nasvascués) tuvo lugar un desprendimiento de tierra sobre la calzada que obligo a la actuación de Policía foral y Guardia Civil para regular la vía mientras los bomberos limpiaban la calzada de piedras y barro con agua a presión.
Para este viernes 7 de julio, día de San Fermín, atención porque las previsiones también son de fuertes tormentas. AEMET ha declarado la alerta naranja, igual que ayer, desde el mediodía hasta la noche. Se espera una clara mejoría del tiempo y ascenso de temperaturas de cara al fin de semana en la capital navarra.
