La Cámara de Comptos de Navarra ha detectado “ciertos incumplimientos en el control de las peonadas, que no está perfectamente delimitado y controlado que esa actividad se realiza en horas extraordinarias” y ha advertido de que “las medidas de choque tienen un peligro, que es el efecto rebote, que pueden generar soluciones a corto plazo, pero generar más lista de espera a medio y largo plazo”.

Así lo ha señalado el presidente de este órgano fiscalizador, Ignacio Cabeza, en declaraciones a los medios de comunicación tras la presentación del informe ¿Es adecuada la gestión de las listas de espera en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O)? . Un trabajo sobre “un tema relevante para la ciudadanía, muy complejo, que está generalizado en todos los sistemas públicos sanitarios, de difícil resolución y que no siempre la aportación de fondos económicos solventará esta cuestión”, ha afirmado.

Cabeza ha destacado que tras analizar el periodo 2018-2022 “apreciamos un incremento significativo de las listas de espera, en torno a un 29% en el último año, sobre 240.000 registros”, si bien ha matizado que no hablan de personas, ya que un mismo paciente puede estar en varias listas de espera. Un aumento que, como ha explicado, se ha producido en un contexto en el que “la población con derecho a asistencia sanitaria ha subido un 2% (un total de 16.000 personas han entrado en el sistema sanitario), el envejecimiento progresivo de la población (los mayores de 64 años han crecido un 5%) y, por último, el efecto de la covid-19 en toda la gestión de las listas” y “a pesar de que se ha incrementado el personal sanitario especialista en un 9%, y que se está ya recuperando la actividad”.

Asimismo, ha señalado respecto al incremento de las listas de espera, que “lo importante en sí no es tanto el número de personas” que aguardan, “sino el tiempo que se tarda en que estas personas entren en el sistema sanitario”.

Crece la demora de las intervenciones en Estella

Por áreas sanitarias, según ha afirmado Cabeza, “hemos observado divergencias relevantes tanto en las listas de espera como en la demora en ser atendidos los pacientes, en algunos casos muy significativas entre las áreas, con lo cual consideramos que habría que intentar una mayor coordinación entre los recursos humanos y materiales para solventar esta diferencia”.

En este sentido, ha indicado que el área de Estella-Lizarra “ha pegado un incremento considerable de la demora de intervenciones quirúrgicas”, pero en primeras consultas la de Pamplona “presenta unos incrementos relevantes”.

Preguntado por si puede analizar las medidas de choque anunciadas por Fernando Domínguez en este ámbito, el presidente de Comptos ha respondido que “vamos a dejar margen al nuevo consejero de Salud para que tome las medidas que considere”. No obstante, ha apuntado que los planes de choque puestos en marcha en este quinquenio han supuesto 21 millones de euros, para “contratación temporal, jornadas extraordinarias o derivación a centros privados sanitarios” y ha advertido, al respecto, que “todas estas medidas de choque tienen un peligro, que es el efecto rebote, que pueden generar soluciones a corto plazo, pero generar más lista de espera a medio y largo plazo”.

Por otro lado, cuestionado por si era mucho o poco los 6 millones que Osasunbidea ha destinado a derivaciones a la Clínica Universidad de Navarra (CUN), Cabeza ha indicado que “se mantiene una cierta tendencia equilibrada”.

35.000 reclamaciones, el 80% por consultas

Finalmente, ha observado que “ha habido un incumplimiento en los plazos de garantía”, de manera que se han registrado “35.000 reclamaciones, el 80% son de consultas, que es un 21% más que en 2018”. 

Por todo ello, ha abogado por “una mejor coordinación entre Atención Primaria y Atención Especializada, porque a veces el problema puede ser la asignación de a qué especialidad tiene que ir el paciente, y puede provocar ciertas distorsiones” y también ha propuesto “homogeneizar todos los criterios y procedimientos” que “no todos están armonizados entre las distintas áreas”.

Otro de los aspectos que ha llamado la atención del órgano fiscalizador es que no se han podido comprobar los motivos por los que se “altera el orden” en las listas de espera y si se “respeta” el principio de antigüedad, ya que “no hay constancia en el sistema informático”. “Creo que se debería, por lo menos, dejar alguna indicación” sobre los motivos “por los que se altera el orden”, ha planteado.