Dudo que haya en Navarra una sola familia con hijos en edad escolar que no haya recibido una invitación para sumarse a una comunidad de whatsapp que pretende promover acciones para retrasar la entrega de los móviles en la infancia. Una iniciativa, que surgió en el seno de un grupo de padres y madres de Barcelona , y que se está replicando en distintas ciudades. El objetivo es claro: sumar fuerzas y buscar acuerdos para retrasar la introducción de los móviles en la adolescencia. Si es hasta los 16 años, mejor. Y es que estas familias están preocupadas por los múltiples riesgos que rodean a estos dispositivos como son el aislamiento social, el acceso precoz a la pornografía, el retroceso en comprensión lectora, el ciberbullying o la afección a la autoestima, entre otros.

La movilización en Navarra ha crecido a velocidad de vértigo. En menos de tres días se unieron a la comunidad de whatsapp unas dos mil personas, el tope permitido, y en los corrillos escolares es un tema de conversación recurrente. De momento, la iniciativa no se ha consolidado en nada concreto, pero sirve para crear un espacio en el que las familias tomen conciencia y propongan acciones grupales para tratar de retrasar la entrega del móvil y evitar el abuso. “Es un proceso largo. Debemos ir poco a poco, pero sin perder el objetivo final”, afirma Susana Heredia, creadora del grupo de whatsapp. Esta pamplonesa, madre de tres hijos, afirma que “lo primero que debemos tener claro es que depende de nosotros. Está en nuestra mano llegar a acuerdos en nuestros entornos para retrasar la entrega del móvil”.

En la actualidad, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 22% de los escolares de 10 años tiene móvil, porcentaje que llega al 67% a los 12 años, al 86% a los 13 y supera el 96% a los 15. “No somos antitecnología pero debemos proteger a nuestros hijos e hijas de los riesgos que conllevan como el ciberbullying, el aislamiento social, el consumo precoz de pornografía violenta, la dependencia, problemas de salud mental...”, afirma Heredia.

El primer paso es individual y grupal, pero una legislación acompasada, ayudaría. “Queremos que Navarra prohíba el uso del móvil en todos los centros escolares. Sabemos que en muchos lo está, pero esto facilitaría las cosas. Hay padres que han denunciado a profesores por no dejar usar el móvil en clase”, asegura esta pamplonesa, que va más allá. “A largo plazo, el reto es lograr que se prohíba el uso de móviles a menores de 16 años”, remarca Heredia, que reconoce que falta mucha formación para familias y adolescentes y el objetivo es impulsarlas desde una futura asociación.

Compromiso por escrito

Una de las primeras acciones de esta iniciativa ha sido promover una carta compromiso para que familias con hijos en 6 º de Primaria (11-12 años) se comprometan a no dar un móvil ni ese año ni en 1º de ESO (12-13 años). Una vez en la ESO, ir renovando cada curso con el objetivo de que no lo tengan hasta los 16 años. Ofrecen varias razones para firmar este compromiso, entre ellas, la relación directa del uso del móvil con el daño psicológico y la bajada de rendimiento escolar, la debacle en comprensión lectora o la adicción que genera.

Carta de compromiso