Un centenar de personas, entre padres y madres, escolares, profesores y otros miembros de la comunidad educativa se concentraron ayer ante el Palacio de Navarra para protestar por la “imposición” de la jornada partida en los centros educativos de la Comunidad Foral, la que recoge la Orden foral “de manera arbitraria”. Así lo señalaron en una nota defendida por los convocantes, familias contrarias a este horario partido, que protestaron también en Tudela en un acto similar celebrado en la Plaza Nueva.

En Pamplona exhibieron pancartas con lemas como Departamento respeta nuestra jornada continua, Normativa negociada, Respeto a las comunidades educativas o No a la imposición, mientras se coreaban lemas aislados como “Gimeno, escucha, esta es nuestra lucha. Los convocantes recordaron que en los últimos años el Gobierno delegó en las familias la decisión de elegir el tipo de jornada en los centros, y el 85% de los colegios de Navarra optó por el cambio. Sin embargo, señalaron que el departamento de Educación “incumple sus promesas y pretende imponer, contra el amplísimo sentir de las familias y los/las profesionales de los centros educativos, una jornada partida sin presentar informe técnico alguno”.

Por ello pidieron “la retirada inmediata del proyecto de Orden Foral para imponer la jornada partida en la red de colegios públicos de Primaria e Infantil en Navarra” y que el departamento de Educación “se siente a negociar, tal y como prometió, una revisión de las mayorías para llevar a cabo los cambios de jornada en los centros educativos”.

LAS DOS PARTES

Los motivos de Gimeno. Según argumentó ayer el consejero de Educación, Carlos Gimeno, “hay un dilema bipolar entre jornada continua y jornada partida y el departamento lo que pretende es promover una reflexión más profunda de los tiempos de aprendizaje, porque desde el 2007, cuando fue la resolución experimental inicial, a 2024 han pasado 13 años, la educación navarra ha cambiado mucho, ha habido una pandemia”.

La opinión de las familias. Las familias concentradas ayer recordaron que en los últimos años Educación delegó en las familias la decisión de elegir el tipo de jornada en los centros, y el 85% optó por el cambio. También alegaron que la jornada partida es “discriminatoria para las familias con menos recursos, ya que no pueden permitirse que sus hijos e hijas vayan a extraescolares de pago”.