Juan María Uriarte, obispo emérito de San Sebastián, ha fallecido hoy a los 90 años de edad tras haber sufrido un ictus unos días antes.

Nacido en Fruiz (Bizkaia) en 1933, la trayectoria de Uriarte, teólogo y psicólogo, se vio marcada por su papel activo en busca de la paz en Euskadi, aunque su impronta como obispo dejó una importante huella en la diócesis y en la comunidad cristiana de Gipuzkoa.

Sus amigos, entre los que se halla el sociólogo Javier Elzo, al que conoció mientras ambos cursaban sus estudios en Lovaina, lo recuerdan con inmenso cariño. “Vasco universal, abierto a todos, sufrió mucho con ETA”, señala Elzo, que de su amigo subraya una característica: “él prefería la eficacia a la bronca”.

El actual obispo de San Sebastián, Fernando Prado, al que Uriarte ordenó como sacerdote, ha querido al conocer su fallecimiento recordarlo desde el agradecimiento. “No me ha dado muchos consejos desde que soy obispo. Simplemente me decía que tuviera paciencia y quisiera mucho a la gente. Con eso me quedo y así lo ha hecho él siempre”, ha destacado.

Aunque la faceta más política de Uriarte ha sido la que mayor transcendencia pública ha tenido, la comunidad cristiana ha querido poner el acento sobre la tarea del que fue obispo de San Sebastián a la hora de otorgar responsabilidad pastoral a los laicos, impulsar la construcción de las unidades pastorales interparroquiales y respaldar el trabajo de Cáritas.

Uriarte sucedió a monseñor José María Setien en el año 2000 como obispo de San Sebastián, y tomó también en sus manos la muchas veces criticada tarea de interceder por la pacificación de Euskadi.

La figura de Uriarte en esta faceta tuvo especial relevancia en la tregua de ETA entre 1998-99, cuando ofició labores de intermediario en la reunión celebrada entre los representantes del Gobierno de José María Aznar y de ETA en Vevey, Suiza, encuentro que tuvo lugar en mayo de 1999.

También intercedió ante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la huelga de hambre del preso de ETA Iñaki de Juana Chaos y visitó en el penal de El Dueso a Rafa Diez Usabiaga, exlíder del sindicato LAB.

Juan María Uriarte fue un hombre inquieto y de gran cultura, según su amigo Javier Elzo también muy “despistado”, autor de diversos libros vinculados con la vivencia en la fe.

Quien fue responsable de comunicación del obispado, Maxux Gerra, lo define con enorme cariño y respeto primero como creyente y “amante de este pueblo” y también como pastor que se empeñó en dar respuesta desde el sentido evangélico a los problemas de la diócesis.

“La renovación de la diócesis y la pacificación fueron las dos grandes funciones que asumió para su ministerio pastor”, destacan quienes trabajaron con Uriarte, de quien ponen en valor, entre otras muchas virtudes, su compromiso con las personas más necesitadas y su esfuerzo por propiciar el trabajo en común entre las distintas diócesis de Euskal Herria.

Su último legado, a modo de libro, fue Sexo y género a debate, de la editorial Mensajero.

Juan María Uriarte falleció rodeado de sus familiares y allegados en el hospital de Basurto y la comunidad cristiana de Gipuzkoa ha querido despedirse, a través de distintos foros, de quien fue su pastor con “tristeza y agradecimiento”.

Condolencias

Diversos representantes políticos e institucionales, como el lehendakari, Iñigo Urkullu, el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y víctimas del terrorismo como Josu Elespe, hijo del concejal Froilán Elespe asesinado por ETA, han reconocido la figura de Juan María Uriarte.

El lehendakari ha destacado que el obispo emérito fue un “trabajador infatigable y discreto por la paz” y ha subrayado su contribución “inmensa e inagotable” en pro de “la convivencia y los derechos humanos”. Además, ha incidido en que “su pensamiento y su voluntad” estuvieron “siempre centrados en la búsqueda de lo mejor para Euskadi y la sociedad vasca”.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, también ha querido poner en valor el “incansable trabajo” de Uriarte “para la paz de este país”.

María Jauregi, hija de Juan Mari Jauregi, exgobernador civil de Gipuzkoa asesinado por ETA, ha recordado que Uriarte fue uno “de los pocos” que acudió a su casa y Josu Elespe, hijo del concejal del PSE-EE Froilán Elespe, ha ensalzado la trayectoria del “primer obispo de Donostia” que, a su juicio, fue “crítico con ETA y sensible con sus víctimas”. 

Tal y como dejó escrito en sus últimas voluntades, la misa exequial se celebrará en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña (en la que fue ordenado obispo), el lunes a las 17.00 horas. Sus restos serán trasladados al panteón familiar de Fruiz, su municipio natal.

El martes, día 20, tendrá lugar en la catedral del Buena Pastor de Donostia un funeral presidido por el actual obispo de la diócesis de San Sebastián, Fernando Prado.