Tras correr durante la mañana y la tarde del sábado por la zona de Pamplona, la Korrika llegó de madrugada a la Zona Media, y lo hizo entrando por Mendigorria y Artajona para dirigirse posteriormente hasta Tafalla, donde pasadas las 2 de la mañana varios centenares de personas aguardaban emocionadas su llegada.
Fueron numerosos los colectivos y grupos culturales de la localidad que compraron su kilómetro para apoyar la normalización y oficialidad total del euskera en la zona, como Baigorri Abesbatza, Tafallako dendariak, Alaitz mendizaleak, Txalaparta, Altaffaylla, Uxoa Abesbatza, Peña Pelotazale, Rotten XIII, trabajadoras del centro de salud o Tafallako ezker abertzalea eta Tafallako gazteak entre otros muchos; además, durante el recorrido se pudieron observar numerosos carteles y pancartas bajo el lema Nafarroa bat, ez hiru. Tafallako gazteok euskaraz bizi nahi dugu en alusión al fin de la zonificación de la lingua navarrorum.
EMOCIÓN
No obstante, uno de los momentos más emocionantes de la noche transcurrió cuando la Korrika entró de lleno en la ciudad del Zidakos por el puente de Zubia y bajo el humo rojo de las bengalas. Unos metros más adelante, en las Recoletas y de la mano de Tafallako Ezker abertzalea, cogieron el testigo el grupo de Dantzaris y Txistularis de Tafalla.
“Estábamos muy nerviosas pero en cuanto cogimos el lekuko en la Plaza sentimos mucho orgullo. Tanto las dantzaris como los txistularis tratamos de mantener viva la cultura euskalduna en Tafalla y haber podido correr nuestro kilómetro –el 619- en el centro del pueblo ha sido una emoción muy grande. Estamos muy agradecidas por ello”, expresaba Naroa Martínez, dantzari tafallesa.
El tramo final del kilómetro lo encabezaba el txistulari Beñat Alkuaz, quien relegó el testigo a su hermano, Xabier Alkuaz, alcalde de Tafalla, en representación del kilómetro que había comprado el Ayuntamiento de la localidad. El primer edil, arropado por sus compañeros y compañeras de grupo, portó el testigo de la Korrika con orgullo hasta las Cuatro Esquinas, donde el alumnado del modelo D del colegio público e Ikastola se unieron para llevar el testigo en los últimos metros antes de dejar Tafalla y dirigirse a Miranda de Arga.
"Fue un momento especial, en el centro del pueblo, rodeado de vecinas, compañeras de corporación… la verdad que se me pasó volando, sin darme cuenta. Ha sido la primera Korrika que he vivido como alcalde y ha sido muy emotivo. He de decir que sentí en calor de la gente y eso fue muy bonito", manifestaba Alkuaz, mientras puntualizaba que "es obvio que la Korrika es un acto cada vez mas multitudinario en Tafalla y en la Zona Media, lo que demuestra una concienciación mayor a favor del euskera en la ciudadanía. Cada vez somos más los que queremos vivir en euskera y eso es gracias al gran trabajo que ha hecho muchísima gente durante muchos años. A todos y todas ellas, eskerrik asko".
