Una sola vida puede contener cientos de historias acerca de su protagonista y seres queridos. Recuerdos que se reflejan en anécdotas y fotografías que poco a poco se van volviendo más borrosos con el paso de los años. A menos que se dejen plasmados en el papel. Este es el trabajo que durante un año han realizado tres usuarios de la residencia DomusVi de Pamplona, junto a sus familias y profesionales, para crear la primera edición de Vidas con historia. Este proyecto “de conexión y vínculo familiar” busca recopilar en tres libros personales las vivencias de Julia Nubla, de 102 años, Jesús Pérez-Ilzarbe, de 94, y Jesús Joaquín Ahechu, de 93 y cuyos hijos recibieron el libro tras el fallecimiento de su padre. Así lo explicó este miércoles la directora de la residencia DomusVi Pamplona, María Cunchillos, en la entrega de los tres volúmenes con motivo de la celebración del Día Internacional de las Familias.

Para Cunchillos, el acto sirvió como “homenaje a todas las personas mayores y a su trayectoria vital”. Además, ayudará a que los y las profesionales de la residencia puedan “conocer de verdad a las personas a las que cuidamos. Conocer más sobre su persona es importante para ofrecer la mejor atención centrada en la persona”, aseguró Cunchillos.

Tres vidas y muchas historias

Para hacer posible este reto de plasmar toda una vida en el papel, Julia, Jesús y Jesús Joaquín pasaron un año rescatando de la memoria todo pequeño detalle junto a las responsables del proyecto, las encargadas de recopilar y redactar las historias en los libros. Ellas fueron Leyre Jiménez Herce, María Regalado, Hanna Hellyer y Aurora Gutiérrez, quienes también hicieron entrega de los libros. 

En estos meses, Leyre trabajó con Julia para honrar los logros y dificultades que ha experimentado a lo largo de sus 102 años, “bien vividos”, y que serán 103 en diciembre. “Para mí eres mi abuela, lo vas a ser siempre”, aseguró Leyre sin poder contener su emoción. “Con todas las vivencias y adversidades que has tenido has sabido sacar una familia adelante que vale millones, solo hay que ver a la hija que tienes al lado, tus nietos y bisnietos”, añadió. 

De izquierda a derecha, Leyre Jiménez Herce, responsable del proyecto; Julia Nubla, homenajeada; y Soco, hija de Julia.

Sentada junto a Julia se encontraba su hija Soco, quien acompañó a su madre en la entrega de este libro de la misma forma que Maitane y Jon arroparon en este día a su padre Jesús. Este proyecto supuso para él y María un “desahogo” mutuo. “Ha sido un proyecto muy bonito, Jesús tiene mucho que contar, mucha historia, y nos emocionábamos juntos cuando me la contaba, como el año que pasó cortejando a su esposa”, apuntó María. 

De izquierda a derecha y por arriba, Jon, hijo de Jesús; y María Regalado, responsable del proyecto; y por abajo, Maitane, hija de Jesús, sentada junto a su padre.

En el caso de Jesús Joaquín, a quien Aurora ya conocía del pueblo y de la amistad con sus propios abuelos, para la responsable fue “un reto" que acogió "con mucho gusto”. Aurora evocó a Jesús Joaquín como una “persona muy sencilla pero con muchos valores y muy noble,” al que le gustaba ser recordado por su profesión como zapatero y hortelano. “Era una persona que ha peleado mucho en la vida, ha seguido siempre adelante y ha sido muy agradecido y muy educado”, remarcó Aurora. Ante estas palabras, sus hijos Tere y Jesús no pudieron evitar decirle que lo había “descrito tal como era”. 

De izquierda a derecha, Jesús, hijo de Jesús Joaquín Ahechu; Aurora Gutiérrez, responsable del proyecto; y Tere, hija de Jesús Joaquín .

Unos recuerdos que ya están a salvo del paso del tiempo en estos libros que permitirán a sus familias recordar anécdotas y descubrir facetas de Julia, Jesús y Jesús Joaquín hasta ahora desconocidas.

'Vidas con historia'

Esta es la primera edición que la residencia Domus Vi ha hecho con sus usuarios de Pamplona. La iniciativa se ha llevado a cabo en otros centros desde 2019, con más de 1.000 participantes entre residentes, familias y profesionales que han dado lugar a más de 500 Vidas con historia. María Cunchillos, directora de la residencia, espera repetir esta experiencia con una siguiente elaboración de cinco o seis libros más.