Muchas mujeres embarazadas necesitan una baja durante la gestación por los riesgos que su trabajo entraña para su salud o la del bebé, algo que implica a multitud de profesiones, entre los que se encuentran las sanitarias, que ven con malestar cómo las mutuas les están retrasando estas bajas desde hace casi un año.

Al menos una treintena de sanitarias navarras se han visto afectadas por esta decisión que las mutuas aseguran que han tomado en base a la última actualización de la Guía de ayuda para la valoración del riesgo laboral durante el embarazo, que es la directriz científica que siguen estas entidades y que está elaborada por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

Según detallan las afectadas a este periódico, este cambio de criterio se produjo en julio de 2023 y la mayoría de casos se han producido entre el colectivo médico y en menor medida entre enfermeras. De lo que se quejan las sanitarias es de que, por ejemplo, si en un puesto de trabajo concreto antes les daban la baja por riesgo de embarazo en la semana 26 de gestación, ahora en ese mismo cargo las mutuas la conceden en la semana 28.

También, señalan, hay trabajadoras que fueron madres hace unos años, siguen en el mismo puesto y ahora al ser madres por segunda vez se les otorga la prestación por riesgo de embarazo más tarde que con el primer hijo, habiendo retrasos de dos e incluso de diez semanas con respecto a antes de julio de 2023.

Se percibe el 100% de la base reguladora de contingencias profesionales

En concreto, esta prestación, según recoge la página web de la Seguridad Social, “trata de cubrir la pérdida de ingresos que se produce, cuando la trabajadora es declarada en situación de suspensión del contrato de trabajo”, al ocupar un puesto con riesgo para su salud o la del feto. La cuantía económica a percibir es el 100% de la base reguladora de contingencias profesionales, que se calcula dividiendo el sueldo bruto del mes anterior entre 30.

 No hay una directriz sobre cuándo se concede la baja a cada puesto, sino que se hace una evaluación de los riesgos de cada trabajadora, que en el caso de las sanitarias de Osasunbidea lo realiza su propio Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, que elabora un informe que después es enviado a la mutua, siendo esta la encargada de valorar y decidir el inicio de la prestación.

En este sentido, desde el departamento de Salud apunta que, conforme a la normativa vigente, desde Osasunbidea se facilita la adaptación del puesto de trabajo o de actividad de las sanitarias embarazadas o su traslado a otro puesto compatible con su estado de salud. En caso de no ser posible, se tramitaría la baja de riesgo por embarazo.

Los riesgos

Y son las mutuas las encargadas de determinar los términos de esta prestación. Según exponen, este cambio de criterio lo han llevado a cabo a raíz de la última actualización de la Guía de ayuda para la valoración del riesgo laboral durante el embarazo, elaborada por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que es “la evidencia científica” en la que se basan las mutuas.

En concreto, esta guía no establece unos riesgos para cada profesión, sino que determina unos riesgos a los que si una trabajadora está expuesta puede acogerse a esta baja. En el caso de las sanitarias estaría el hecho de trabajar con personas enfermas, coger peso, etc. En función de los riesgos que marca ese documento, las mutuas valoran desde cuándo conceder la prestación.

Desde estas entidades, recuerdan que es obligación de las empresas adaptar o reubicar a las trabajadoras en periodo de gestación y en caso de no poder, se tramita la baja. “Tras la nueva actualización de la guía de la SEGO en algunos puestos de trabajo se ha retrasado la prestación pero en otros se ha adelantado”, señalan.

Esa actualización es de 2020, pero este retraso que denuncian las sanitarias se produjo a partir de julio de 2023. Las entidades explican que se debe a que “primero se comenzó a cambiar las prestaciones de aquellos puestos en los que había que adelantar la baja en base a la guía de la SEGO. Después se empezó con aquellos puestos en los que había que retrasarla, pero con la pandemia se ralentizó todo un poco”.