Las caídas accidentales son la principal causa de muerte no natural en Navarra, al registrarse el año pasado 141 fallecidos por este motivo, según los últimos datos de mortalidad del INE. Se trata de un fenómeno que ha ido en aumento en las últimas décadas como consecuencia directa del envejecimiento de la población, ya que el 80% de las muertes por caídas accidentales se registran en personas mayores de 75 años.
Pero llama la atención el repunte registrado el año pasado, al pasar de los 91 decesos de 2022 a los 141 de 2023, marcando récord histórico y duplicando las muertes notificadas por suicidio (65). En las dos últimas décadas prácticamente se han triplicado los fallecidos por caídas accidentales, pasando de unos 50 a principios de los 2000, a los 141 del año pasado.
De hecho, según el INE, el año pasado hubo 304 muertes no naturales en la Comunidad Foral, por lo que dos de cada cinco fueron por caídas, muy lejos de otras causas como los ahogamientos (45) o los accidentes de tráfico (21).
El incremento de estos eventos es una consecuencia del paulatino envejecimiento de la población y del alargamiento de la esperanza de vida –Navarra ostenta la segunda más alta del Estado, con 84,3 años–, ya que la mayoría de casos se dan en personas mayores. Hace 20 años los mayores de 65 eran el 17% de la población y actualmente ya suponen el 20% y las proyecciones que hace el INE prevén que en 2037 asciendan al 25% de los habitantes de Navarra.
Y es que es en las franjas de mayores de 65 años donde se producen la mayoría de muertes por caídas. En concreto, el año pasado no hubo fallecidos por esta causa por debajo de los 15 años; entre los 15 y los 59 años se dieron 9 muertes; entre los 60 y los 69 años, 11 decesos; entre los 70 y los 79, 22 casos; en la franja de 80 a 89 años, 59; y en mayores de 90 años se registraron 40 muertes. Por sexo, 77 víctimas fueron hombres y 64 mujeres.
Enfermedades crónicas y fármacos
Desde el servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Navarra (HUN) explican que, además de la pérdida de capacidades en la vejez, las personas mayores van acumulando enfermedades crónicas y aumentan el consumo de fármacos, lo que a su vez incrementa el riesgo de sufrir estos accidentes. Cabe destacar que la definición médica de caída accidental es “el evento caracterizado por la pérdida de estabilidad postural por un desplazamiento del centro-gravedad a un nivel inferior, generalmente el suelo, sin una previa pérdida de conocimiento, ocurriendo de una manera no intencional”. Es decir, se descartan caídas provocadas por ictus, epilepsia o eventos cardiovasculares.
Unidad de caídas
Quienes fallecen como consecuencia de una caída generalmente lo hacen por haber recibido un gran golpe en la cabeza, produciendo una fuerte hemorragia. Pero también son habituales –entre quienes sobreviven– las roturas de muñeca y de cadera. Para atender y hacer un seguimiento a estas personas se puso en marcha en 2014 la Unidad de Caídas del servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Navarra (HUN), una consulta que acoge a pacientes que han sufrido caídas y a otros que tienen riesgo de padecerla.
Además, los profesionales estudian de manera pormenorizada la situación del paciente porque es fundamental atajar la causa de las caídas. La Unidad atiende a una media de 300 pacientes al año, entre nuevos y revisiones, y su objetivo es adelantarse a que se produzcan las caídas, haciendo una evaluación multifactorial y elaborando programas específicos de rehabilitación y ejercicio para tratar de prevenirlas.
Además en la Unidad de Caídas del HUN trabajan mucho la rehabilitación y el ejercicio físico, que según defienden los profesionales, es la mejor forma de prevenir una nueva caída y en ello trabajan de manera conjunta médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas.