"El proceso de reserva es dilatado en el tiempo y depende de la universidad"

La antelación con la que los y las estudiantes pueden realizar las reservas en las residencias está muy marcada por la naturaleza de la universidad en la que quieren estudiar, ya sea pública o privada. Este hecho, según Silvia Gurbindo, directora de Camplus Pamplona, da lugar a un proceso de reservas “bastante dilatado en el tiempo”. 

Por un lado, los alumnos de primer curso y de las universidades públicas, como la UPNA, están condicionados por las notas de la EvAU y las de corte de su universidad de preferencia. De esta manera, Gurbindo señala que hay alumnos y alumnas que pueden hacer sus reservas entre marzo y mayo porque para ellos “Pamplona es una opción muy real para estudiar”. 

Sin embargo, recuerda que, en el lado opuesto, para otros Navarra “no era ni su primera ni su segunda opción, pero cuando han salido las listas en las universidades públicas ha resultado que acaban recalando en Pamplona”. Otra “sorpresa en la admisión” se produce cuando “alguien ha hecho la reserva en marzo o abril porque Pamplona era su primera opción y no ha tenido plaza en la UPNA, así que llaman en julio para decir que se marchan a estudiar a otra universidad”.

El proceso es distinto para el alumnado que tiene claro que va a estudiar en la Universidad de Navarra (UNAV). Debido a que la universidad comienza con sus pruebas de admisión en el diciembre previo al curso, en Camplus Pamplona ya suelen tener un “buen número” de reservas para enero. Este periodo es su “primera toma de pulso importante” de la demanda de cara al próximo curso, y que continúa con las pruebas de marzo de la UNAV.