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Perros policía para salir de la rutina

Los guías caninos de Policía Foral visitan el Centro Integral de Atención Neurorehabilitadora en una actividad de ocio y terapia

Exhibición de la Unidad Canina de la Policía Foral ante usuarios del Grupo 5 CIAN NavarraJon Urriza

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Como si se encontrara en una jornada laboral cualquiera, Oslo, uno de los perros de la Policía Foral, comenzó a ladrar cuando su guía se tumbó en el suelo simulando ser una de las personas desaparecidas que el animal se dedica a buscar. Esta fue solo una exhibición bajo las órdenes de Sergio Quintana, pero Oslo recreó con exactitud y profesionalidad su trabajo diario ante la mirada curiosa de una veintena de usuarios del Centro Integral de Atención Neurorehabilitadora (CIAN)

Oslo, cruce de pastor belga y alemán de cuatro años, fue uno de los varios perros que este martes acudieron con sus adiestradores de Policía Foral a CIAN. El objetivo, además de mostrar en qué consiste su labor, fue el de actuar como un elemento más en el proceso de rehabilitación de los usuarios. Según el director del centro, Gorka Álvarez, para los residentes “es importante participar en este tipo de actividades de ocio, que pueden ser también de terapia. Supone, lo primero, el disfrutar de los perros, pero también salir de esta rutina de la residencia”, añadió. 

Con Álvarez coincidió Alberto Zudaire, terapeuta ocupacional de CIAN, quien recordó que “una rehabilitación intensiva es muy importante, pero todo lo que sea salir de ella también influye de manera muy positiva a nivel físico, emocional y de motivación para seguir trabajando”. 

Un factor emocional que se vio ampliado con la presencia de Oslo y sus compañeros. Como el propio Zudaire pudo comprobar, a los usuarios, que “llevaban días expectantes”, les “ha gustado bastante y es algo que recordarán durante unos cuantos días con mucha emoción”. Aunque haya sido la primera actividad de este tipo en el centro, Álvarez y Zudaire reconocieron esperar con ganas la próxima visita canina

Personas, drogas y explosivos

Además de la búsqueda de personas, estos perros de Policía Foral también hicieron sus demostraciones de cómo han sido adiestrados para encontrar explosivos o drogas.

Mientras que Oslo es el ejemplo para buscar desaparecidos, la veterana Tina hizo lo propio con explosivos. Este pastor alemán de 9 años, que el mes que viene se jubilará, localizó y se sentó a la primera ante el tarro con estas sustancias.  

En el caso de la búsqueda de drogas, los guías crearon una situación lo más parecida posible a la realidad con trabajadores de CIAN voluntarios, que se colocaron en fila a la espera de ser olfateados. En uno de ellos se colocaron elementos para que los identificara como droga y así mostrar la rapidez con la que sus perros la encuentran. El encargado de esta tarea fue, en primer lugar, el propio Zudaire y, en la segunda prueba, Alberto, uno de los residentes y quien demostró ser un experto en perros policía y saber cómo identifica cada uno a las personas, drogas o explosivos. En ambas pruebas, el perro no dudó en apuntar con el hocico la zona en la que había identificado las sustancias. 

La exhibición finalizó con una ronda de caricias para los perros más tranquilos, que despertó entusiasmo en animales y, sobre todo en residentes, y demostró que “los animales acercan mucho a las personas”, como aseguró Quintana. “En líneas generales tienen mucho éxito en niños y personas mayores y siempre es el plato fuerte en las exhibiciones de Policía Foral”. Una “experiencia novedosa”, en palabras de Zudaire, que para “los que les gustan mucho los animales va a ser muy difícil borrales la sonrisa de la cara”.