Aitana Zumárraga era la cara visible de Osasuna Femenino. Una de las jugadoras que, pese a su juventud (ha cumplido los 24 años hace nada), era ejemplo para las más pequeñas por su calidad, pero también por su osasunismo. En cuanto se habla dos minutos con ella se entiende rápido que respira Osasuna por los cuatro costados, pero ahora tiene que coger las maletas para poder jugar en Liga F ante la imposibilidad de que el equipo rojillo asalte la máxima categoría.

¿Cómo está?

Es una pregunta difícil de responder. Al final salgo de casa después de 6 años con mucha pena porque es una decisión difícil de tomar. Tú estás en casa, eres importante y es muy difícil tomar la decisión de salir. Si te dijera, “Estoy bien.”, te estaría mintiendo, si te dijera, “Estoy mal.”, también. Al final me voy para cumplir un sueño, que es el de debutar en la máxima categoría, pero es lo que te digo, me da mucha pena por tener que salir del club de mi casa y por no haber conseguido ese objetivo, pero estos trenes a veces solo pasan una vez, con suerte dos y a mí me ha llegado el tren, acababa contrato con Osasuna y cuando me pusieron la oferta encima de la mesa, fue difícil pero decidí irme. Así que te diré que bien, pero con pena de tener que marcharme de mi casa.

Habla de rozar el objetivo...¿eso al final pesa?

Al igual que yo, otras jugadoras antes han tenido que marchar. El año pasado fueron Iara y Valero, el anterior había sido Patri (Zugasti), hace tres o cuatro otras como Sara Carrillo y Garazi. Eso solo las de casa. Es lo que te digo, si un equipo siempre está ahí dejándose ver entre los puestos de arriba, los equipos de Liga F o los de arriba de de nuestra misma liga, echan el ojo y donde ven una posibilidad de mercado, allá que van. Evidentemente, si hubiese logrado un ascenso con Osasuna no te estaría dando esta entrevista seguro, pero al no haberlo conseguido, viene un equipo y te toca la puerta y te ofrece el salir a a la máxima categoría, a ser profesional, a tener dedicación exclusiva, creo que tienes que cogerla y por eso me tengo que marchar, básicamente. 

En resumidas cuentas, se marcha para cumplir el sueño que aquí no ha podido...

Sí, o sea, es triste, pero es así. O sea, yo hubiese querido que fuese aquí. Y sé que el club también hubiese querido tener al equipo en Liga F, pero no se ha podido dar. Creo que la Primera RFEF se está poniendo muy seria y muy profesional y cada día va a ser más difícil dar el salto. Va a haber que hacer muchas cosas bien, invertir mucho y apostar para optar a a un ascenso.

La diferencia no son de millones, si no de poder ganarse la vida...

Aquí sí que llegábamos a intentar trabajar como en Liga F, pero había pequeños detalles que nos alejaban de esa profesionalidad tampoco teníamos dedicación exclusiva porque al final el salario te obliga a buscar otras cosas. Yo tenía que trabajar todas las mañanas, entonces al final eso también te alejaba de la profesionalidad. No porque los jugadores o los entrenadores no pusiéramos de nuestra parte, sino porque al final, con los recursos que había, era difícil estar a la altura.

Le ha causado frustración el no poder pues alcanzar ese sueño del ascenso aquí? 

Sí, la verdad, es algo que lo he visto tan cerca que el hecho de que no se haya cumplido, créeme que que algunas noches me meto a dormir y digo, “Joder, qué pena”, porque este año hemos estado muy lejos, ya se ha visto, pero el pasado estuvimos a un partido. Creo que tan cerca no hemos estado nunca y da mucha pena. Me marcho de Osasuna con frustración, pero sabiendo que en algún momento, si se empieza a trabajar bien y se hacen las cosas bien, podrán llegar a a donde se merecen.

Se han convertido en referentes para las que vienen...

Creo que sí, al final nosotras hemos vivido, no te voy a decir la época más dura, pero sí que complicada, porque yo cuando entré en Osasuna era cuando se empezaba a cobrar por jugar unos salarios muy muy mínimos. Y a raíz de ahí, pues en estos 6 años eso ha evolucionado hasta unos salarios un poco más altos. Y los recursos también han mejorado, se han ampliado los servicios médicos, de fisioterapia, las horas de entrenamiento, el aumento en el staff técnico, todo eso, ha ido en mejoría. Pero aún estamos lejos de lo que de lo que realmente tienes que tener para poder llegar a Liga F. Al final nosotras hemos vivido cosas que van a ayudar a que todo esto crezca, emerja y salga hacia arriba. Es necesario. Ahora mismo en nuestra categoría hay ciertos requisitos que hay que cumplir si quieres ser uno de los equipos que opte a ascender y Osasuna este año en ese sentido ha estado por debajo de otros pero se han dado cuenta y van a empezar a cambiar las cosas. 

¿Le gustaría volver a un Osasuna en Liga F?

Eso sería un sueño. La gente me lo está preguntando esta semana, “¿Y si sube Osasuna?” Y yo les contesto que todo depende de si tienes contrato con otro equipo, de si estás libre, de si te apetece volver a casa, de si el propio club te vuelve a tener en sus esquemas, pero pero si Osasuna subiese a Liga F, sí que me me encantaría poder volver a jugar aquí en mi equipo. Jugar un partido en Liga F en El Sadar con Osasuna sería un sueño pero de los más tops que tengo. 

Usted es Mendillorri, de dónde no paran de salir deportistas... 

Ya ves (se ríe). Han salido muchos deportistas de este barrio. No sé qué nos dan de comer o de desayunar, pero sí, sí que es verdad. No sé qué tiene Mendillorri, pero es un barrio en ese sentido especial. Porque además es un barrio muy joven. Bueno, ahora ya vamos teniendo más media de edad, pero hubo un boom de nacimientos ahí el entre el 96 y el 2005, entonces, claro, entre tanto chaval joven, alguno tenía que salir deportista por narices. 

¿Un deseo con el que se va Aitana?

Ahora mismo debutar. No miro más allá, sería para mí un sueño y y luego, pues a ver, me voy a un equipo recién ascendido, entonces mi sueño sería poder conseguir la permanencia. Tiene que ser nuestro objetivo prioritario: conseguir la permanencia con un equipo con el que estoy superagradecida y poder estar bien físicamente, no lesionarme, que es importante también.