Se suele decir que el mejor momento para pedir un deseo –o al menos para que se cumpla– es cuando pasa una estrella. Esta vez, un cuarteto de saxofones de la escuela de música Luis Morondo hizo brillar esa estrella para los niños de la planta de Hospitalización Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra. La canción When we wish upon a star, que da comienzo a todas las películas de Disney y reza eso mismo, la pedida de un deseo a una estrella, abrió el concierto en el Virgen del Camino. 

Esta iniciativa llamada Música con Corazón del centro musical en colaboración con la Asociación de Ayuda a Niños con Cáncer de Navarra (Adano) llevará a cabo cuatro conciertos, uno cada mes, en apoyo a los niños enfermos oncológicos. La intención es clara. Utilizar la música como vehículo de apoyo, de conexión y de empatía. De cariño y de ánimo en momentos difíciles.

Alicia González (saxofón soprano), Jone Jauregui (saxofón alto), Iker Preyezo (saxofón tenor) y Tasio Aguado (saxofón barítono), interpretaron canciones reconocidas para que los niños y familiares disfrutaran de la media hora de interpretación. El concierto prosiguió con canciones de la gran pantalla, con las célebres melodías de Cazafantasmas, Misión Imposible y Agente 007. Estas melodías atrajeron la atención de varios familiares y niños de la planta que se acercaron a escuchar la actuación. 

Sin embargo, el concierto no cayó el mejor día para los pacientes. El martes por la tarde, no se encontraban en planta muchos de los niños que otros días sí que están, además de que varios de los 15 que sí estaban, se encontraban con aparatos respiratorios que no les permitió acercarse al pasillo. No obstante, esto no impidió que la música llegara a los oídos de todos. Desde el pasillo, los cuatro saxofones llegaron hasta las últimas habitaciones.

La actuación continuó con el clásico del jazz Summertime que permitió a los cuatro músicos exhibir sus cualidades. La siguiente canción animó al público aún más. Un tango, con todas las de ser argentino, hizo que varias familias se movieran de sus sitios y comenzaran a bailar, de las que destacó una madre que, agarrada a su hija de no más de 3 años, se atrevió con algunos pasos profesionales que acapararon la atención del público.

Las últimas dos canciones le dieron un toque más actual al concierto. La canción Señorita de Shawn Mendes y Over the Rainbow de la película Mago de Oz cerraron la actuación, a la que le siguió un caluroso agradecimiento a modo de aplausos

El director de la escuela de música Luis Morondo y director del cuarteto ayer en el hospital, Alberto González, quiso dirigir unas palabras al terminar la actuación a las familias y niños enfermos. “Ojalá, y lo deseo de todo corazón, no estéis en nuestro próximo concierto aquí”, señaló. Y es que desde el corazón y con el corazón, la música llena de esperanza y energía a cualquier persona, y más cuando la suerte no acompaña. Porque una simple sucesión de notas puede llenar los corazones de estos niños y niñas que luchan cada día por ser felices. Música con corazón para llenar corazones.