Malas noticias para los cerca de 100.000 navarros que tienen alergia al polen.Las abundantes precipitaciones que se han registrado en los últimos meses, sumadas a un invierno cálido, van a complicar la primavera en Navarra donde los niveles de polen se esperan que sean “intensos”, según detalla la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de los datos para realizar sus previsiones.
De esta manera, para Navarra prevé una primavera “intensa”, con unos índices de unos 4.800 granos por metro cúbico (m3), siendo una de las zonas de la vertiente cantábrica donde la temporada de alergias va a ser más complicada. Tan solo en Vitoria habrá una mayor concentración de polen (5.200 gr/m3), en Logroño también se prevé intensa (3.200 gr/m3), mientras que se espera una primavera leve en Bilbao, San Sebastián, La Coruña, Lugo, Pontevedra, Orense, Santander y Oviedo, con niveles de entre 1.500-2.000 gr/m3.
En resumen, indica la SEAIC, este año se prevé que, con motivo de las temperaturas tan altas que se han registrado al inicio del año y la gran cantidad de precipitaciones que ha habido en los meses de febrero y marzo, “el polen se mantenga más tiempo en el ambiente: lo que puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes”.
Las mediciones en Navarra
Los expertos estiman que cerca del 30% de la población es sensible a poder desarrollar una alergia a lo largo de su vida y las relativas al polen y a los ácaros son las más habituales. Según se recoge en las estadísticas que maneja el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), en el mes de marzo se acumularon 5.311 granos/m3 en Tudela; 2.565 gr/m3 en Pamplona; y 1.412 gr/m3 en Estella.
Principalmente destaca la presencia de polen de ciprés y chopo, habitual de los meses de febrero y marzo, mientras que las gramíneas son habituales de abril y mayo. La alergia a estas especies (plantas herbáceas) es la más frecuente entre la población y las previsiones de los expertos apuntan a unos altos niveles de gramíneas durante esta primavera, que además se prolongarán durante varias semanas, por las precipitaciones de los últimos meses y tras un invierno más cálido de lo habitual.
Vigilancia del polen
Esa monitorización del polen en el ambiente es posible gracias a que el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) intensificó en 2019 la vigilancia en el marco del proyecto europeo Life-NAdapata. Desde ese año, Salud Pública ejerce un control polínico durante todo el año con informes diarios y mensuales en tres puntos de Navarra: Pamplona, Tudela y Santesteban/Doneztebe. Además, de marzo a junio se realizan previsiones semanales sobre los niveles de polen en el ambiente, que la ciudadanía puede consultar en la web del ISPLN.
Una información que puede resultar muy útil para los cerca de 100.000 navarros que son alérgicos al polen, en torno al 12-15% de la población, una cifra que, según detallan los alergólogos, ha ido creciendo en los últimos años por tres principales razones: la contaminación y el cambio climático –que favorecen una mayor polinización– y por una mejoría en la detección.
No obstante, también son cada vez más frecuentes los pacientes que son sensibles a varios tipos de polen, lo que hace que la alergia se vuelva más compleja. Los síntomas más frecuentes son la conjuntivitis con intenso lagrimeo, picor de nariz, abundante mucosidad, estornudos y dificultad para respirar.
Debut a los 7-8 años
En cuanto al perfil de los pacientes, no hay estudios que constaten una diferencias por sexo y el debut suele darse normalmente en la infancia, a los 7 u 8 años, después en la juventud el grado de sensibilidad va aumentando, se mantiene estable en la edad adulta y tras los 65 años suele experimentarse una mejora espontánea.