Bajo el lema En los caminos de la Memoria, no hay vuelta hacia atrás, el Parque de la Memoria celebró ayer, de la mano de la Asociación Pueblo de las Viudas y la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, el XVII aniversario de la inauguración de este memorial, un espacio para homenajear a los republicanos asesinados tras el alzamiento fascista de 1936, así como a las mujeres, que silenciadas y vejadas, sacaron adelante a sus familias. El acto central se trasladó al bar de las piscinas del pueblo por la lluvia pero fueron muchas las personas que se acercaron, hondeando banderas republicanas, a este acto que volvió a ser una clase magistral de justicia, recuerdo y reparación. Entre los asistentes, del Instituto de la Memoria, José Miguel Gastón y César Layana y la parlamentaria Irati Jiménez.
Y es que, hace casi una veintena de años, recordaban desde AFFNA-36, surgió la idea de erigir este espacio con el objetivo “de que perpetuara y removiera la memoria sobre los diferentes sucesos represivos que acontecieron en Navarra, sobre todas las víctimas que los mismos ocasionaron y que, además, fuera un lugar de encuentro y homenaje”.
La juventud, al frente
Tere Cordón, de la asociación sartagudesa, fue la encargada de abrir el acto y de asegurar que “la construcción del Parque fue como volver a desenterrar esos restos tan queridos y que desde las instituciones les dieran el reconocimiento que merecían. Debemos estar alerta, ante todo la juventud: no dejéis que nadie moldee vuestros sueños y luchad por ellos. Escuchad a los mayores, ante todo a los hijos e hijas de nuestros asesinados que aún están entre nosotros. Su vida es un ejemplo de resistencia y de valores que en los tiempos que nos toca vivir pueden ayudar a entender muchas cosas”.
Y, por parte de AFFNA-36 tomó la palabra Amaia Lerga, que apuntó que “pese al avance de la ultraderecha en el contexto mundial y los ataques a la recuperación de la Memoria en nuestro país con la eliminación y suspensión de las leyes de Memoria en varias autonomías gobernadas por PP y Vox, no vamos a retroceder ni paralizar nuestro empeño porque los derechos de las víctimas sean reconocidos en su totalidad; por recuperar y dignificar sus restos, y porque cuenten siempre con nuestro homenaje. Parece que no se termina de entender que estas acciones no son un capricho; son derechos, al igual que lo es la eliminación del edificio a los Caídos. Queremos que este acto sea un llamamiento a los y las jóvenes para que ocupen este lugar como referente, como faro que les lleve a actuar en defensa de los derechos humanos”.
Señoras de gris y negro
Uno de los momentos más emotivos llegó de la mano de Ángel Osés, miembro de la Asociación de la Memoria Histórica de Andosilla: “En mi familia fueron cinco los asesinados, el denominador común en todas nuestras casas fue el miedo; todo era hablar en susurros y el mismo color en las mujeres de nuestras casas; señoras de gris y negro, con ojos de profunda tristeza. Este Parque con ese muro, con nombres y apellidos, localidades y familias devastadas, los sacó por fin del anonimato; ese muro también refleja el salvajismo, la brutalidad, la ignominia de los que se creyeron dioses y lo único que fueron, ignorantes peleles servidores del tirano y asesino dictador”. A todas ellas, a quienes forzaron su silencio, honró con un poema que escribió y leyó.
Además, la nota musical la pusieron Ana Ortega y Alberto Gurrea, y el aurresku corrió a cargo del dantzari sartagudés Víctor Macua. Un año más hubo una ofrenda floral y, para terminar, los allí presentes tomaron un aperitivo