Sortzen significa creando en euskera. Sortzen Elkartea es una asociación que une a las comunidades educativas de los centros públicos de modelo D en Navarra: apymas, familias, educadores y educadoras, profesionales... Como su propio nombre indica, crean comunidad a favor de la escuela pública de modelo D, aquella que imparte formación íntegramente en euskera. Siguen creando nuevos espacios, fiestas como la de ayer, futuros escenarios donde la comunidad euskaltzale de Navarra pueda vivir en euskera, proyectos para migrantes, etc. Sin embargo, la jornada de ayer atestiguó que al nombre de la asociación le sobra el gerundio. Han creado una masiva comunidad que lucha cada día porque los más pequeños puedan estudiar en euskera en el ámbito público y con dignidad.
Centenares de familias disfrutaron de un día soleado en el Parque de la Taconera. Los más pequeños, disfrutaban de las numerosas actividades que Sortzen había preparado. Bailes, juegos, rincones para pintar, porterías de fútbol, talleres... Mientras, los aitas y amas aprovechaban para charlar con otras familias mientras comían un talo o tomaban una cerveza.
Numerosas actividades
La fiesta, que comenzó a las 11.30 y finalizó a las 19 horas, estuvo acompañada de un programa extenso, dirigido sobre todo a los más pequeños. Abrió la jornada la Escuela de Teatro de Navarra, con varios números de teatro en euskera. Tras la kalejira a las 13 horas, la comida popular inundó la Taconera de buen ambiente y ambiente festivo. Tras la comida, llegó el momento de cantar en euskera hasta las 18 horas, momento en el que un par de conciertos pusieron broche final a la fiesta del Modelo D.
Iñigo Otxoa es integrante de Sortzen Elkartea. “Queríamos recuperar la referencia de la fiesta Sortzen aquí en Navarra. Después de la pandemia, dejamos de hacerla y hoy volvemos después de cuatro años. El buen tiempo nos ha acompañado y parece que se va a acercar mucha gente durante todo el día”, señala. “Luchamos por un sistema educativo público íntegro en euskera, para que nuestros pequeños puedan estudiar en su lengua natal”, añade. Sortzen Elkartea tiene varios proyectos en marcha, entre los que destacan el Plan de Normalización del Euskera, que aboga por la normalización del uso de la lengua vasca en el entorno académico, y la iniciativa Danon Eskola, que fomenta el encuentro entre personas migrantes y el euskera, tanto dentro del entorno educativo como en las calles.
Un día para la fiesta, pero también para la reivindicación
El euskera necesita de la fiesta, de la alegría de los hablantes del futuro –los más pequeños– y de la concienciación social en forma de unión y comunidad. Aún así, Sortzen y la Plataforma 0-3 quisieron recordar que también se trata de una jornada de reivindicación y de lucha por la dignificación del Modelo D y el Primer Ciclo de Educación Infantil. Y las familias que se acercaron ayer al programa de Sortzen, también tiene algo que decir ante la situación del euskera en las aulas. Jose Luís, aita de Egoi y Jon –de año y medio y tres años de edad, respectivamente– acudió a la Taconera a que “los peques pasen un buen rato”, pero también a “dar un empujón al Modelo D para que Egoi y otros niños como él puedan estudiar en euskera con dignidad”. “En nuestra casa hablamos euskera, y tenemos a Jon en el modelo D, pero también queremos que Egoi, que es más pequeño y tiene más camino por delante, pueda vivir un futuro en euskera”, afirma.
La pequeña Elene corretea por el parque con la camiseta de Osasuna, ya que después de la fiesta quiere ir a animar a su equipo al Sadar. “Me gustan mucho los hinchables, y he pintado una máscara con los colores del arcoiris”, comenta mientras corretea la pequeña de 8 años. Goizane, una de las organizadoras de la zona Makusi –zona de juegos para los más pequeños– controlaba que Elene no se le fuera muy lejos. “Aquí pintan, juegan al fútbol y hacen amigos”, comenta. “Tenemos puesto en el cartel que son juegos para txikis de hasta 6 años, pero aquí acaban jugando hasta los padres”, ríe.
La fiesta Sortzen dio significado a la identidad del euskera. Fiesta, actitud y futuro. Tres claves por las que las asociaciones comprometidas con el futuro del euskera entre los pequeños trabajan día a día sin descanso. Una jornada soleada que no dejó a ningún niño sin su sonrisa. Porque la sonrisa de los pequeños marca el futuro. Y del euskera, también.