Ekaitz Santazilia, coordinador de la PAU en Navarra: “La sensación que percibo es que les ha parecido más fácil de lo que esperaban”

La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de este año tenía muchas cosas nuevas, empezando por el nombre que se recuperó de hace más de una década. Tan sólo había un modelo de examen, aunque con cierta opcionalidad, tenía un carácter más competencial y exigía que un 70% de las preguntas fueran abiertas o semiabiertas. En Navarra también era nuevo hasta su coordinador, Ekaitz Santazilia, que el pasado septiembre sustituyó a Ana Zabalza. No llegaba de nuevas ya que durante muchos años fue presidente de un tribunal, es decir, conocía los intríngulis de la prueba y su sensación al término de la PAU era similar a la de años anteriores. “Un primer día con muchos nervios y un tercer día más relajado. El ambiente ha sido similar al de todos los años, no se ha notado más crispación. Y después de los nervios y la incertidumbre lógica ante la novedad de la prueba, lo que he percibido al hablar con estudiantes es que les ha parecido más fácil de lo que esperaban”, remarca.

El nuevo coordinador de la PAU en Navarra reconoce que “han sido días duros, pero ya me lo imaginaba que iba a ser así”. Santazilia asegura que después de un inicio de curso complicado ante la ausencia de información sobre cómo iba a ser la prueba (el real decreto con los modelos de exámenes se publicó en octubre y la orden foral en diciembre), “después hemos tenido que trabajar a contrarreloj para elaborar y publicar las guías de cada asignatura en las que se recogía la estructura y los criterios de evaluación”. 

En este sentido, el coordinador afirma que el alumnado ha podido trabajar en sus colegios e institutos los modelos de examen “y nos han reconocido que en Bachillerato han hecho ejercicios más duros que los que han tenido estos días en la PAU”.

Si te pillan copiando...

En lo que respecta al transcurso de la Selectividad, Santazilia reconoce que se ha desarrollado con normalidad. “En algún examen se ha detectado algún error y como teníamos todo protocolizado se han podido subsanar desde el minuto 1”, señala este profesor de la UPNA. Consultado sobre la sanción que tiene un estudiantes si se le pilla copiando en la PAU, Santazilia explica que “cuando sucede algo así se levanta acta y el caso se estudia en la comisión organizadora. Normalmente el veredicto suele ser suspender la PAU”. También son muy estrictos si suena el teléfono móvil durante un examen. “El alumnado lo sabe así que tienen que apagar el móvil y quitar cualquier alarma, ya que estas suenan aunque esté apagado”, afirma.

A partir de ahora y hasta el miércoles 11 de junio, fecha en la que se entregarán las notas, los más de 170 profesores (de Secundaria y de la UPNA) deberán corregir 23.200 ejercicios (418 menos que el año pasado). Cada corrector cobra un fijo de 352 euros (los presidentes de tribunal, 1.200) a los que se suman 2,2 por examen. “Si algún estudiante no está conforme con la nota puede reclamar y en esa revisión le corrige otro profesor. Asimismo, si el estudiante sigue sin estar de acuerdo puede solicitar una tercera revisión y como novedad deberá corregir el examen dos profesores”, explica el coordinador de la PAU.  

Armonizar la PAU

De cara al próximo curso, Santazilia avanza que se va a trabajar “para armonizar la PAU” y unificar criterios para que la prueba sea cada vez más similar en las distintas comunidades autónomas. “Esperamos tener los resultados de las reuniones celebradas durante este curso en junio para que a partir de septiembre podamos trabajar en esa armonización en las asignaturas donde es más sencillo hacerlo”, afirma.