Antonina Bohzko, ucraniana de 39 años, ha protagonizado el momento de la visita de la reina Letizia. Justo cuando la reina iba a meterse al coche, el llanto de Tonia le ha hecho volver sobre sus pasos. Muy descompuesta y bastante nerviosa, ha entregado una carpeta azul a Letizia, que ha intentado tranquilizar a la joven sin decirle nada más que tuviera un poco de calma.
A este periódico, Tonia ha explicado en un castellano muy precario su situación. Ha asegurado que lleva siete años aquí, que es divorciada y madre de tres hijas. Según ha contado, le fue retirada la custodia de sus hijas hace año y cuatro meses, así que ha querido presentarse en la visita real para pedir ayuda a la reina.
Tonia quería enseñarle a la reina unos audios que guarda en el móvil, supuestamente de sus hijas. La reina no los ha escuchado, pero ha pedido a un miembro de su escolta que le recogiera los datos para poder ponerse en contacto. “La reina no me ha dicho nada más que que espere”.