Horas antes del comienzo del partido se produjo una pelea entre medio centenar de aficionados del Real Valladolid y otros tantos hinchas radicales de Osasuna en la calle Tajonar donde tuvo que intervenir la Policía Nacional para disolver el altercado.
En la pelea, según se puede ver en las imágenes difundidas en redes sociales, los aficionados castellanos emplearon los palos de las banderas como armas. La Policía, nada más llegar, arrinconó a los ultras pucelanos en un bar y los escoltó hasta el estadio rojillo a escasos minutos de que comenzara el choque.
Los aficionados radicales vallisoletanos se encararon con algún aficionado rojillo a su llegada a El Sadar, al grito de ¡Ultras, Pucela! ¡Ultras Pucela!, siendo también separados por los agentes, que cercaron la puerta donde entra la afición visitante para evitar más altercados, facilitando un pasillo para que los aficionados rojillos pudieran acceder a sus respectivos asientos.
Además, la Federación de Peñas del Real Valladolid anuló el corteo al estadio que tenía previsto para evitar posibles incidentes, y el resto de la afición vallisoletana vivió una jornada tranquila, mezclándose con el resto de aficionados de Osasuna en los aledaños del estadio en las horas previas al encuentro.
