El varón fallecido en el polígono Landazábal de Villava llevaba más de dos décadas en Navarra desde que llegara de la República Dominicana, donde había nacido hace unos 48 años. Aunque su nombre real era Alfredo Ogando Uceta, ahora se le conocía como Adrián porque al parecer pudo realizar algún trámite para cambiarse la identidad.

En cualquier caso, todo su entorno le conocía como Gualey, apodo que se corresponde con el distrito de la capital Santo Domingo del que procedía. Vivía actualmente en la Rochapea, estaba casado y era padre de cuatro hijos (tres varones y una chica, uno de ellos de apenas meses) y también, según fuentes cercanas a la familia, tenía dos hijos mayores de edad de una relación anterior que no vivían en Navarra.

Se le conocía como un hombre al que le gustaba acudir al gimnasio, bailar y era muy conocido entre la comunidad dominicana en la capital navarra. “Era muy dinámico, querido y solidario”, recordaba ayer un buen amigo suyo.