Con el crimen ocurrido la mañana de este sábado en el barrio de Ermitagaña, Navarra atraviesa por un año especialmente violento en cuanto a muertes homicidas puesto que ya suma tres crímenes en lo que va de año, todos ellos provocados por algún tipo de arma blanca. En 2022 fueron dos las muertes violentas en Navarra, después del asesinato de Sara Pina, una profesora de 38 años que murió también acuchillada por su marido, José María Uruñuela Ansó, que después estuvo huido durante varios días hasta que fue arrestado en Francia. En junio de 2022 ocurrió otro crimen en Tafalla, en un fratricidio, después de que César Gascón, de 44 años, matara a su hermano Marcos, de 50 años, con otro ataque por arma blanca tras una discusión.

En lo referente a este año, el pasado 15 de enero de 2023, en Villava, falleció Alfredo Ogando Unceta, vecino de Pamplona de 48 años y de origen dominicano, que fue presuntamente acuchillado con hasta 25 cuchilladas por Yaronknys Miguel Jiménez Pérez, al que la Fiscalía reclama para el mismo un total de 20 años de prisión por el asesinato. El Ministerio Público también reclama para su pareja, Diana S.S.M., que mantenía una relación con la víctima y estaba con él cuando fue asesinado, una condena de un año y nueve meses de cárcel por encubrimiento. El juicio será en la Audiencia Provincial mediante jurado popular. Además, a un tercer acusado, cómplice, que acompañaba al autor del crimen en los hechos, Enmanuel F.A., la Fiscalía le reclama también 20 años por el asesinato y 9 meses de cárcel más por falsedad documental. Este había llegado en enero de este año a España procedente de la República Dominicana, con una identidad falsa y se alojaba en el piso del principal procesado. Tanto Yaronknys como Emmanuel se encuentran en prisión provisional a la espera de juicio.

Por su parte, el 10 de mayo de este año en el barrio de Rochapea de Pamplona se produjo otro crimen, después de que Yarisleydis Ávila Pérez, de 31 años, propinara una cuchillada en el corazón a su expareja, Raul Sierra Pérez, de 45. El asesinato se produjo en el piso de la víctima, que descendió hasta el rellano del portal para pedir auxilio. Según señaló el auto de la jueza que mandó a la autora del crimen a prisión, esta ni siquiera le prestó ayuda cuando el hombre estaba agonizando en la entrada del bloque, pese a que ella pasó varias veces delante del cuerpo tendido.