Un hombre, vecino de una localidad de la Zona Media, ha sido condenado de conformidad en el Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona a dos años de prisión después de haber atacado con unos nunchakus a unos jóvenes que estaban en el pueblo armando ruidera en la calle y le molestaban cuando se encontraba en su casa. Se le condenan por los delitos de lesiones menos graves y de tenencia de armas prohibidas.

El acusado, que no cumplirá la pena de prisión si no delinque en los dos próximos años y si abona la responsabilidad civil, agredió con dichos elementos destinados a las artes marciales a tres jóvenes. A uno de ellos tendrá que abonarle 3.000 euros por los daños causados, mientras que a los otros dos debe indemnizarles con 400 euros a cada uno de ellos.

En la sentencia se recuerda que los hechos ocurrieron durante las No Fiestas motivadas por la pandemia del coronavirus, en agosto de 2021. Así, sobre las 3.00 horas, un grupo de personas se congregó en la localidad para festejar a su manera la noche y provocaron una serie de ruidos de importancia en el que se mezclaba música, pirotecnia y gritos. El acusado salió entonces de su casa y portó los nunchakus, con el propósito de obligar a los congregados a que pusiesen fin al ruido.

Así, en el curso de la discusión, se puso a golpear a uno de los jóvenes en la cabeza, donde le causó una herida inciso-contusa en el cuero cabelludo, en la zona occipital, una herida de unos 7 centímetros que para sanar tuvieron que aplicarle ocho grapas. Estuvo 21 días de baja y le restó como secuela una cicatriz.

Además, tras esta agresión, dos amigos del anterior joven trataron de ayudarle y cuando se aproximaron para impedir que siguiese con la agresión, también les agredió a ellos valiéndose del mismo arma. Así, a resultas de ellos, otro de los jóvenes sufrió un hematoma en la zona de la oreja y tardó cuatro días en sanar, mientras que un tercero sufrió una inflamación en el labio superior derecho y una erosión en la mano, de lo que también tardó cuatro días en sanar.