Arramblaban de madrugada con la mercancía de los camiones que se les ponían al acecho. Abrían los remolques de los trailers estacionados en diferentes áreas de servicio de autopistas en las provincias de Huesca, Zaragoza, La Rioja, Barcelona y Navarra. Y les daba lo mismo robar litros y litros de detergente Ariel y de lavavajillas Fairy, decenas de cuchillas de afeitar, unas 150 botellas de champú, ropa de Zara, 400 latas de sardinas en conserva, 24 bicicletas de Decathlon, cuarenta electrodomésticos...

Cualquier producto era buen botín para revenderlo luego por Wallapop o por Vinted. Hasta que el 13 de mayo de 2022, a primera hora de la mañana, uno de los vehículos que utilizaban para transportar la mercancía sustraida terminó sufriendo un accidente. La Fiat Ducato que conducían los acusados sufrió el reventón de una rueda cuando regresaban a casa tras cometer un nuevo robo. Los agentes que acudieron al accidente no daban crédito al encontrarse en el interior de la camioneta una mercancía propia de un hipermercado de cocina. Allí aparecieron 39 paquetes que contenían placas de cocción, inducción vitrocerámicas y otros electrodomésticos. En total, se habían apoderado de dos palés con productos valorados en 17.866,68 euros que al menos en esa ocasión se pudieron recuperar de inmediato.

Juicio próximo en Pamplona

Fue el último gran golpe de una banda criminal, conocida como los loneros, debido a que para robar la mercancía se dedicaban a reventar los candados de los camiones estacionados y posteriormente a rajar las lonas de los remolques para sustraer los bienes que allí se almacenaban. Próximamente, siete varones y tres mujeres de entre 30 y 60 años, vecinos de las localidades de Badalona, Ripollet y Montcada i Reixac, serán juzgados en Pamplona acusados de los delitos de robos con fuerza en las cosas, pertenencia a grupo criminal y un delito continuado de receptación. Les reclama la Fiscalía seis años de prisión para uno de los cabecillas, por reincidente, cinco años a otros siete acusados y dos años de prisión para las mujeres acusadas de revender los productos robados.

Almacenaban la mercancía y la revendían en webs de segunda mano

En el juicio se les imputan hasta ocho robos de mercancías en el interior de camiones de gran tonelaje, en su ruta de paso por las carreteras AP-7, AP-2, A-2 y AP-68 ; aprovechaban sus paradas en las distintas áreas de servicio. En las entradas y registros que la Guardia Civil realizó en viviendas y en dos almacenes de los acusados en Badalona y Montcada i Reixac (Barcelona) se intervinieron dos vehículos, ocho bicicletas de montaña, 29 placas de inducción, 236 zapatos, 60 mirillas digitales y multitud de material de ferretería. El Instituto Armado también informó de que en el almacén de una de las viviendas se localizaron 245 plantas de una plantación de marihuana indoor, más los efectos relacionados con su cultivo y se recuperaron objetos con un valor de más de 70.000 euros que han sido puestos a disposición de sus legítimos propietarios. El valor total de efectos sustraídos y daños ocasionados asciende a casi 500.000 euros.

Entrada de los agentes para registrar uno de los almacenes donde acumulaban la mercancía robada.

Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2021 tras haberse detectado varios robos en el interior de camiones, con el mismo modus operandi. Fruto de las investigaciones, los agentes detectaron a un grupo de personas que residían en la provincia de Barcelona y que, se desplazaban en una furgoneta y en un coche lanzadera. Posteriormente, estas personas rajaban las lonas para comprobar la carga de los camiones estacionados en las áreas de servicio y de descanso; sustraían el género para su posterior venta.

Para el desempeño de su cometido, cada componente del grupo contaba con tareas específicas de vigilancia, selección de objetivos localizando los camiones con el material que debían sustraer, conducción de vehículos lanzadera, conducción de vehículos de carga (normalmente furgonetas) y personal para abrir el remolque y sustraer la mercancía. A raíz de las investigaciones realizadas, se comprobó que los objetos sustraídos eran trasladados a la localidad de Montcada i Reixac (Barcelona), donde la organiación contaba con varios garajes para el almacenamiento. Otra parte de los objetos eran repartidos entre los miembros para que cada uno procediese a su venta, que realizaban a través páginas de Internet y de receptadores habituales.