El Supremo confirma 7 años de cárcel por violar a una joven que acudió a su piso de Pamplona a por droga

El Tribunal Supremoha confirmado una condena de 7 años de prisión a un vecino de Pamplona de origen dominicano, Joel A.C.G., que agredió sexualmente en febrero de 2021 a una joven de 18 años que acudió a por marihuana a su piso de Pamplona. El tribunal le condena a seis años de cárcel por el delito de agresión sexual, a 6 años de libertad vigilada y a una orden de alejamiento de diez años, además de a la prohibición de comunicación con la víctima. Tendrá que indemnizar a la joven con 20.000 euros por los daños morales. Además, la Sala le impone 6 meses de cárcel por un delito de salud pública.

El acusado había sido condenado ya a estas penas en la Audiencia navarra, y dicha sentencia la confirmó el TSJN. Ahora, su defensa había acudido al Supremo para alegar que la relación había sido consentida (había ADN suyo en la joven y tenía que justificarlo de algún modo) y que le denunció porque pensaba que podía estar embarazada. Sin embargo, el Supremo explica que la credibilidad de la víctima “no ofrece duda alguna” y que siempre ha mantenido el mismo relato, como es que no consintió en ningún momento la relación y que el uso de la fuerza del procesado hizo doblegar su negativa. Es innegable la persistencia en la incriminación, además de ser coherente”.

Sucedió en febrero de 2021

Los hechos sucedieron sobre las 18.00 horas del 19 de febrero de 2021, cuando la joven, de 18 años, se encontraba en compañía de un amigo en la plaza de los Burgos de la capital navarra y ambos decidieron acudir a casa del acusado para comprar cannabis para su consumo. La víctima reconoció en el juicio que conocía al procesado desde hacía tres meses y que era su camello habitual. Con tal finalidad, ambos acordaron llamar por teléfono al procesado al objeto de que les suministrase la droga, hablaron con él y quedaron en encontrarse en el barrio de San Jorge de la capital navarra. El procesado le indicó que quería que exclusivamente subiera hasta el domicilio la joven, para hacer entrega a esta de la sustancia pretendida.

El acusado quería que la joven subiera sola al piso

Al piso subió la chica, que fue conducida por el acusado hasta una habitación y, cuando entraron en la misma, él se puso detrás de ella y le dio dos bofetadas en el culo a la vez que le bajaba los pantalones de chándal que vestía. La víctima reaccionó de inmediato, se volvió a subir la prenda y le respondió: “Yo no he venido para esto”. No obstante, el acusado le bajó de nuevo la ropa, contra su voluntad, y la tiró sobre la cama, donde consumó la agresión sexual tras impedirle que se moviera. Una vez que le soltó, le entregó a la joven el cannabis que había ido a comprar para su consumo por 10 euros que ya le había entregado al acceder a la vivienda. Luego, ambos abandonaron el domicilio y en la calle se juntaron con el amigo de la joven. Sobre las 19.00 horas, la víctima telefoneó a una amiga suya, a la que le contó que el acusado la había violado, lo que igualmente contaría poco después a su amigo. Luego acudió al hospital y a denunciarlo.