El matrimonio detenido el pasado lunes por tener a sus tres hijos menores, dos gemelos de 8 años y otro niño de 10, encerrados en su vivienda en las afueras de Oviedo durante cuatro años y en condiciones insalubres ha pasado este miércoles a disposición judicial.

El matrimonio, que se encontraba en dependencias de la Guardia Civil, ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo sobre las 11:30 horas.

Tras tomar declaración a ambos progenitores, el titular del Juzgado deberá decidir este mismo miércoles en qué situación queda el matrimonio.

Los detenidos son un hombre alemán y una mujer de doble nacionalidad, alemana y estadounidense, que ayer ya prestaron declaración policial con la ayuda de un traductor.

Acogidos de forma provisional

Los menores quedaron bajo la tutela de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar y fueron trasladados a un centro de menores de Oviedo, donde se encuentran acogidos provisionalmente mientras se valora su situación.

La familia residía en una vivienda tipo chalet en la zona rural de Oviedo, donde los menores, que estaban sin escolarizar, se encontraban encerrados desde hacía cuatro años en condiciones insalubres. Los agentes que se desplazaron a la vivienda el lunes encontraron a los tres niños con mascarillas y pañales, en unas estancias llenas de basura y de desperdicios.

Denuncia de una ovetense

El concejal de Seguridad Ciudadana de Oviedo, José Ramón Prado, informó este miércoles en rueda de prensa que la Policía Local intervino de forma "discreta y cautelosa" tras una denuncia verbal de una ciudadana ovetense que se puso en contacto con el equipo de Intervención de Infancia y Familia de la Concejalía de Políticas Sociales del Ayuntamiento. Esa persona contactó con funcionarios de esta sección, y ese mismo día se dio traslado al Cuerpo de Policía Local de una posible situación de menores no escolarizados.

Por su parte, el Comisario Principal de la Policía Local, Javier Lozano, detalló cómo se llevó a cabo la investigación, iniciada el 14 de abril, y posterior intervención en la vivienda donde residían los tres menores y los padres, que tuvo lugar el día 28, entre las 11.15 y las 14:45 horas, coincidiendo con el apagón, por lo que los agentes tuvieron que actuar a oscuras.

El mismo día de la denuncia de una vecina, la Policía Local inició una vigilancia discreta hasta recopilar una serie de indicios que llevaron a la convicción de que había elementos suficientes para pensar que había menores en esa vivienda y que no estaban escolarizados.

Los agentes pudieron acceder a la vivienda con el permiso del titular de la misma y realizaron una inspección ocular del espacio en presencia del matrimonio, es cuando determinan que existe una situación de riesgo para la integridad de los menores. Según explicó Lozano, de manera inmediata tuvieron asistencia sanitaria y con el acompañamiento de la madre, se procede al traslado "pacífico" de los menores, con la "mayor tranquilidad y exquisito cuidado", para una valoración médica. Será, indicó, el análisis clínico forense el que determine cuál era la situación de los niños.

La situación, reconoció, "sorprendió" a los agentes, pues se trata de un caso único e histórico en la capital del Principado. Lozano detalló que acudieron acompañados por una traductora y que los niños hablaban principalmente en inglés. Se encontraron, según dijo, con una casa en la que había gran acumulación de basura y almacenamiento de medicamentos, que aún están por cuantificar, y con unos niños "desatendidos" y en condiciones de insalubridad.

La vivienda fue alquilada en octubre de 2021 y no fue hasta febrero de 2022 cuando se empadronó el padre. Durante el periodo de vigilancia policial, no se constató actividad fuera del domicilio, por lo que los progenitores podrían trabajar "de manera online", ha indicado Lozano. "Solo accedían al correo y a recoger la compra que realizaban a grandes cadenas y supermercados", añadió.