El Ministerio Fiscal pide 2 años y medio de cárcel para un policía foral y 2 años de cárcel para otros dos agentes por golpear a un hombre detenido en los calabozos de la comisaría de Tudela. La acusación particular eleva la petición hasta los 3 años de prisión para cada uno de los tres procesados.
Según consta en el escrito de calificación provisional de la acusación particular, ejercida por el abogado José María García Elorz, los hechos ocurrieron el 12 de febrero de 2025, sobre las 9.02 horas, cuando el denunciante se encontraba en los calabozos de la Policía Foral de Tudela, bajo la custodia de los tres acusados, que entraron en el calabozo y “sin que el detenido mostrase resistencia o les acometiese, el agente 979 le golpeó el rostro con su puño izquierdo y después con el puño derecho, mientras le apoyaban los otros dos agentes”, números 1.442 y 570.
A continuación y en presencia del agente 1.442, el agente 979 “propinó tres golpes con la mano derecha al cuerpo del detenido mientras lo zarandeaba. Inmediatamente, los dos agentes, lo arrastraron al suelo de la celda con la intención de engrilletarlo y mientras el agente 979 le colocaba en varias ocasiones la rodilla en el cuello, maniobra altamente dolorosa y peligrosa, el agente 1.442 sujetaba las extremidades del detenido facilitando la agresión que inmediatamente después continuaría, ya que el agente 979 golpeó de nuevo el rostro del detenido en cinco ocasiones con el puño derecho”. Seguidamente, “el detenido quedó sólo, sin nadie que lo auxiliase, tendido en el suelo del calabozo, sangrando abundantemente por la nariz y engrilletado con las manos a la espalda”.
Asistido en el hospital
Dos minutos después, “los agentes 979 y 1.442 volvieron acceder al calabozo y el agente 979 empujó violentamente al detenido en varias ocasiones mientras éste intentaba incorporarse”. Tras ser asistido por una abogada de oficio, a las 9.23 horas el detenido fue puesto en libertad y acudió al día siguiente a urgencias del Hospital Reina Sofía de Tudela donde se objetivaron las lesiones y se le diagnosticó como policontusionado.
El detenido agredido es un enfermo mental diagnosticado del síndrome de Gilles de la Tourette y sufre trastorno disocial de la personalidad, patologías que le han llevado a estar detenido en numerosas ocasiones en dependencias de la Policía de Tudela. “Al menos el agente 979 conocía perfectamente al detenido y sus padecimientos psiquiátricos”.
El Ministerio Fiscal considera estos hechos constitutivos de un delito contra la integridad moral y un delito leve de lesiones, por los que pide 2 años y medio de cárcel para el agente 979, mientras que para los agentes 1.442 y 570 la petición es de 2 años, así como multas de 600 euros. Por su parte, la acusación particular les atribuye un delito de tortura y un delito leve de lesiones y pide para cada uno 3 años de cárcel y 4.500 euros de multa.