La investigación en torno a la muerte violenta de Lucas, el niño de 4 años cuyo cadáver fue hallado en el municipio de Garrucha (Almería), ha arrojado indicios de que el menor pudo ser víctima de una posible agresión sexual.
Fuentes próximas a la investigación han informado a EFE de que el cuerpo del menor presenta signos compatibles con haber sufrido una agresión sexual, un extremo que deberá ser ratificado de forma definitiva por los informes forenses de la autopsia que se están ultimando.
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha informado de que la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia número 1 de Vera (Almería), competente en Violencia sobre la Mujer, acordó el pasado 20 de octubre una orden de alejamiento del hombre detenido por la muerte del niño. La orden de alejamiento se dictó tanto respecto a la madre como al hijo.
Mientras trascienden estos datos preliminares de las pesquisas, los dos detenidos por su presunta relación con el crimen -la madre del pequeño, de 21 años, y su actual pareja sentimental- permanecen en los calabozos de la Guardia Civil y "previsiblemente" pasarán a disposición judicial este sábado, tal y como ha adelantado este viernes el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín.
Aunque el subdelegado ha pedido públicamente "prudencia" y evitar "especulaciones" sobre la naturaleza de los hechos hasta que concluya la instrucción policial, las fuentes consultadas señalan que las evidencias recabadas apuntan a la existencia de violencia sexual.
Participación de los arrestados
En este contexto, la labor de los agentes se centra ahora, con la máxima minuciosidad, en determinar la autoría material de dicha agresión y el "grado de participación" exacto de cada uno de los arrestados en el homicidio, ya sea por acción directa o por omisión del deber de cuidado y protección del menor.
El caso se precipitó tras la denuncia por desaparición interpuesta por el padre del niño, lo que activó un dispositivo de búsqueda que finalizó con el hallazgo del cadáver en una zona próxima a la costa, entre los municipios almerienses de Garrucha y Mojácar.
Según los datos que han trascendido, la madre y su pareja residían actualmente en Vera (Almería), localidad vecina, aunque mantenían fuertes vínculos con Garrucha.
Además, sobre el varón detenido pesaba una orden de alejamiento respecto a la madre del niño, una circunstancia que está siendo analizada para reconstruir el contexto de convivencia en el que se produjo el crimen.
El subdelegado del Gobierno ha calificado el suceso de "noticia trágica" y ha expresado su "pesar absoluto". Asimismo, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad ante la difusión de vídeos del niño en redes sociales, advirtiendo sobre las posibles consecuencias legales de exponer la imagen de la víctima.