Paz de Ziganda, la primera ikastola navarra reconocida por el Ministerio de Educación, celebra este domingo su tercer Nafarroa Oinez. Y lo hace con la satisfacción de echar la vista atrás y observar con orgullo todo lo construido en las últimas seis décadas, pero también con el compromiso de seguir trabajando por un modelo educativo innovador y euskaldun que ha demostrado que funciona.
Paz de Ziganda ikastola surgió de una escisión de Nuestra Señora de Uxue, la segunda y definitiva ikastola que abrió sus puertas en el Casco Viejo de Pamplona en octubre de 1965. Un año antes tuvo lugar un intento fallido. La ikastola se llamaba Nuestra Señora de Iranzu y fue clausurada por orden gubernativa el mismo día en que iba a iniciar su andadura.
Uxue ikastola comenzó con cuatro alumnos y una maestra, Mikela Gastesi. Pronto, el alumnado fue creciendo por lo que la ikastola tuvo un periplo itinerante por diferentes zonas de la ciudad: San Antón, Plaza San José, Avenida de Bayona, Torre Irrintzi…
En 1970 ya eran más de 300 escolares y entonces la iniciativa se dividió en dos. Un grupo mayoritario alquiló la sede del Verbo Divino en Cizur Menor y crearon San Fermin ikastola. Los otros decidieron permanecer en el barrio de San Juan y, como agradecimiento a la labor realizada en favor del euskera y la cultura vasca por Paz de Ciganda y Ferrer, primera mujer académica de Euskaltzaindia, pusieron su nombre al centro.
El interés de las familias de que sus hijos e hijas estudiaran en esta ikastola hizo que esos locales se quedaran pequeños. Se alquiló entonces parte del colegio Luis Amigó, después se trasladaron al colegio San Juan de Dios en Beloso Alto hasta que se asentaron en el colegio de los Dominicos, en Villava. En esa etapa, Paz de Ziganda superó los 700 escolares.
Oinez 1991: financiación para las nuevas instalaciones
La reordenación urbanística de Villava y los nuevos condicionantes de la reforma educativa (Logse) les llevó a apostar por buscar una nueva ubicación para la ikastola. Y con el objetivo de lograr la financiación necesaria para el proyecto, Paz de Ziganda organizó su primer Nafarroa Oinez, en 1991. El lema fue Euskaraz bizi, el nombre de un proyecto impulsado años antes por cuatro ikastolas: Lizarra, Toki Eder de Vitoria, Laskorain y Paz de Ziganda, y que después se extendió por toda Euskal Herria para el impulso del euskera. De esta forma, la ikastola compró los terrenos en los que en la actualidad estudian 1.200 alumnos y alumnas y trabajan 120 personas. El nuevo edificio se inauguró en 1995. En los planos de la obra se aprecia lo que iba a ser la ubicación de las aulas de Bachillerato. Sin embargo, ante la necesidad de atender otras prioridades y la deuda contraída, la ikastola decidió postergar la implantación de la etapa no obligatoria. Lo que sí levantaron fue el edificio de Infantil, independiente del general, y el polideportivo. Ambas instalaciones fueron inauguradas en 1998. Otros de los hitos de esos años fue,la elaboración, en el 2000, del primer proyecto lingüístico de las ikastolas navarras. Asimismo, siete años después, la ikastola instaló placas solares como muestra de su apuesta por las energías renovables.
Oinez 2010: edificio para estrenar la etapa de Bachillerato
Casi dos décadas después de organizar su primer Nafarroa Oinez, Paz de Ziganda ikastola recogió el testigo para ser de nuevo la anfitriona de la nueva fiesta de las ikastolas. Con más de mil estudiantes procedente de Villava, pero también de Huarte, Burlada y Pamplona, con unas potentes instalaciones y un proyecto educativo de prestigio, este centro tenía el anhelo de completar su oferta educativa e implementar los estudios no obligatorios de Bachillerato. Una etapa que en el seno de las ikastolas navarras solo ofertaba San Fermin. Bajo el lema Munduz mundu (por todo el mundo), el centro de Villava organizó su segundo Oinez y con los fondos recaudados pudo cumplir su sueño e inauguró el nuevo edificio de Bachillerato. Asimismo, otro de los objetivos de la fiesta de 2010 fue transmitir a la ciudadanía que el euskera no es un localismo sino una seña de identidad que permite abrirse al mundo, recordar que el euskera es patrimonio de la humanidad. Para ello y haciendo honor al lema, el Oinez rindió homenaje a las 30 universidades que en aquel momento enseñan o investigan en lengua vasca por todo el mundo.
Oinez 2025: Consolidar un proyecto educativo de prestigio
En los últimos quince años, Paz de Ziganda ikastola se ha consolidado como un centro educativo referente y ha desarrollado varios proyectos innovadores. En 2013, la ikastola inició una apuesta por la Pedagogía de la Integración y tres años después implementó el proyecto KIVA para hacer frente al acoso escolar. Asimismo, entre 2018 y 2023, Paz de Ziganda implantó el marco pedagógico HIzan y desarrolló el proyecto Hazi en Educación Infantil. En este tercer Oinez, esta ikastola no tiene sobre la mesa levantar nuevas instalaciones o implementar nuevos estudios sino que el objetivo es reforzar su modelo educativo, un proyecto basado en el cooperativisimo y la enseñanza en euskera, que busca contribuir a su entorno, ser cada vez más inclusivo, social y sostenible.