La nueva edición de ‘MasterChef’, la undécima, no arrancó con buen pie. Las quejas de los telespectadores se multiplicaron en las redes sociales debido a la engañosa jugada del 'talent' de cocina más popular.

Y es que muchos televidentes se sintieron engañados. RTVE anunció como una de las principales novedades de esta temporada que el programa se dividiría en dos galas de menor duración, de modo que no se alargara hasta bien entrada la madrugada en un día laboral. Promesa incumplida.

La primera gala de ‘MasterChef 11’ se prolongó durante tres horas y cuarto, finalizando hasta bien entrada la una de la mañana. Si a estas tres horas y pico les sumamos las otras tres horas y pico del programa de esta noche, nos salen más de seis horas. Es decir, la duración del programa se ha duplicado.

Es evidente que Shine Iberia, productora de MasrterChef, ha ignorado la petición de RTVE de dividir el espacio en dos para acortar la duración y contentar a una audiencia cuya reclamación más repetida era que finalizara a una hora razonable.

Pero la jugada tiene truco. Con dos emisiones a la semana en 'prime time' de un talent tan seguido, RTVE gana cuota de pantalla y, por ende, más audiencia, algo de lo que anda muy necesitado el ente público. En cualquier caso, el dato de ayer no fue muy halagüeño, un 13,8% de ‘share’, uno de los peores porcentajes registrados por el concurso en un primer programa, pero por encima de la media habitual de la cadena.

Nuevos aspirantes

En el programa de ayer pudimos conocer a los nuevos concursante, entre los que destacó Luca, un joven tiktoker de 18 años que se hizo famoso por el vídeo viral "Pillan a Lolalolita fumando en un bar".

El joven confesó que su ilusión era dar clases de cocina, pero no como las de Jordi Cruz. “Es un aburrido”, aseguró.

Sus palabras dejaron sorprendido al jurado y Luca quiso aclararlo pero lo único que consiguió fue enredarse más: “No se lo digo para hundirle, se lo digo para animarle".