La décima entrega de 'MasterChef 11', un día tras la despedida de Jeremy, los concursantes se enfrentaron a una serie de pruebas para defender su permanencia en el concurso. Quien no logró este objetivo fue Leti, que fue expulsada de las cocinas del programa tras presentar un plato que "tenía poco trabajo" a ojos del jurado.
Álex, a pesar de la derrota de su equipo en la prueba de exteriores, tuvo la oportunidad de elegir qué ingrediente utilizaría cada uno de sus compañeros para elaborar un bocadillo sin pan, debido a que "aunque ha cometido pequeños errores, se ha comportado como un profesional".
Queso, calabacines, berenjenas, pasta, arroz, lechuga... Los elementos a repartir por Álex eran, cuanto menos, variados. Él se quedó con la berenjena, con la que creó un bocadillo que le valió una valoración positiva de los jueces. A sus amigos les dejó los ingredientes que consideró más fáciles para elaborar el plato. Y así llegó el turno de Leti, quien se vio obligada a cocinar con el más difícil: la pasta seca.
Los concursantes que observaban desde la galería no daban crédito. "Es una puñalada", murmuró Luca. Nadie entendía el porqué de la decisión, si Álex y Leti tenían una buena relación en la casa. ¿Cómo se puede preparar un bocadillo con este producto? Eso se preguntaban los aspirantes, incluida la propia chef que tenía la ardua tarea por delante.
El veredicto del jurado no fue para nada favorable. Aunque recibió elogios por haber trabajado bien con "un ingrediente complicado", Jordi Cruz mencionó que el plato se había "quedado un poquito duro, incluso partes quemadas". La expulsión estaba entre Eneko, Jotha y ella, que finalmente fue la elegida para abandonar el programa, como sentenció Pepe Rodríguez.
Álex sintió remordimientos por haberle dado el ingrediente más difícil y los aspirantes lamentaron enormemente que tuviera que irse, ya que era una de las más queridas en la casa. "Nos daba la vida a todos. Que le hayan dado el peor plato de entrada después de todo lo que le debemos... es increíble", dijo Jorge Juan. Ana estalló en lágrimas y era incapaz de hablar. Por su parte, Fray Marcos intentó consolar a Álex: "Es un juego".
