RTVE ofrecía este jueves la séptima entrega de ‘MasterChef Celebrity’ protagonizada por un divertido ‘crossover’ con ‘La Promesa’, la vuelta a las cocinas de Miguel Diosdado tras ser repescado la semana pasada, y la inesperada eliminación de uno de los aspirantes más queridos de la edición. 

La noche comenzaba en las cocinas de ‘MasterChef’ con una prueba con trampa. Los jueces plantearon a los aspirantes realizar su plato estrella y hacer la compra con total libertad, sin embargo, una vez hecha sorprendían a los concursantes haciendo que cambiaran su compra con la de su compañero. 

Además, los concursantes contaron con la presencia de Florentino Fernández como exaspirante para tratar de aconsejarlos sobre la prueba, sin embargo, su visita terminó siendo muy criticada en redes debido a los besos en la boca que plantó a varios aspirantes.

Álvaro Muñoz Escassi y Blanca Romero fueron los únicos que convencieron al jurado en esta primera prueba y conseguían ejercer de capitanes en la prueba de exteriores que esta semana tenía lugar en los decorados de la serie 'La Promesa'. 

UNA PRUEBA DE ‘ÉPOCA’ EN ‘MASTERCHEF CELEBRITY’

Blanca Romero se ponía al frente del equipo rojo en la prueba de exteriores, mientras Álvaro Muñoz-Escassi capitaneaba el equipo azul

Los dos equipos debían elaborar dos platos de un menú firmado por el chef Nino Redruello, y los protagonistas de ‘La Promesa’ los convertían a todos en personajes de la exitosa serie de La 1 para la ocasión.

80 miembros del equipo de la ficción pudieron catar el menú elaborado por los aspirantes, entre ellos todos los actores principales, tras lo que llegó la valoración del jurado que dio la victoria al equipo azul, sobre todo gracias al gran trabajo de Daniel Illescas que se llevó la felicitación de Jordi Cruz, mientras el equipo rojo iba directo a la prueba de eliminación tras el enfrentamiento de Blanca Romero con Pepe Rodríguez. 

EDUARDO CASANOVA DICE ADIÓS A LAS COCINAS 

Los miembros del equipo rojo se enfrentaron a las cajas misteriosas en su vuelta al plató del programa, que escondían en su interior carteles de películas protagonizadas por ladrones o falsificadores. 

Los aspirantes debían saber mentir para superar la prueba y probar alimentos dulces entre los que algunos de ellos contenían picante. El objetivo era engañar para pasar de ronda, algo que Blanca Romero no consiguió convirtiéndose en la primera eliminada.

Toñi Moreno, Eduardo Casanova y Laura Londoño sí lo conseguían haciéndose con 20 minutos extra para sus cocinados.

El reto de la noche consistía en replicar una tarta creada por Ana Pérez, ex-concursante de la undécima edición del programa, una receta que no se lo ha puesto muy difícil a los jueces a la hora de dar el nombre del expulsado de la semana. 

Laura presentó una tarta casi perfecta, y Toñi Moreno también consiguió salir airosa debido al “desastre” de Eduardo Casanova, una tarta que Pepe aseguró que era “muy mala, casi lo mejor es la estética”.

Para mí lo mejor ha sido haber perdido el miedo. Este es un programa de cocina en el que también te encuentras contigo mismo. Soy muy feliz, pero a mí el miedo me atrapa y haberme quitado esa capa del miedo me ha venido bien”, aseguraba el aspirante antes de abandonar las cocinas.