La Unión Europea quiere que el Reino Unido aplique el protocolo de Irlanda del Norte de "buena fe" y ponga fin a las "acciones unilaterales" o, de lo contrario, considerará "todas las opciones" para responder al incumplimiento de lo pactado en el marco del Brexit, según dijo hoy un alto cargo comunitario.

Desde que el Reino Unido abandonó oficialmente la UE el pasado 1 de enero, la relación entre ambas partes ha sido tensa, en particular, en lo que se refiere a la implementación del protocolo incluido en el acuerdo de salida del país para evitar crear una frontera física entre la región británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Según el mismo, en Irlanda del Norte se siguen aplicando las normas del mercado único y la unión aduanera comunitarias, de modo que los bienes que transitan desde el resto del Reino Unido a esta parte del país están sometidos a los controles europeos, que son efectuados, sin embargo, por las autoridades británicas.

El vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de las relaciones con el Reino Unido, Maros Sefcovic, y el ministro británico para el Brexit, David Frost, se reunirán este miércoles en Londres para tratar de resolver las fricciones.

"Para encontrar soluciones necesitamos significativamente más compromiso en general por parte del Reino Unido", dijo el citado alto cargo, quien explicó que para Bruselas el país vecino tiene dos opciones.

O bien se compromete a implementar el acuerdo y cesan sus "amenazas" y "acciones unilaterales", en cuyo caso la UE está dispuesta a debatir cómo flexibilizar la aplicación del protocolo, o bien mantiene el "camino de confrontación que ha escogido hasta ahora para no implementar sus obligaciones" y entonces Bruselas responderá.

"La UE ha sido paciente, pero su paciencia se está agotando. Y si esto continúa, tendremos que considerar todas las herramientas y opciones que tenemos disponibles", dijo este alto funcionario, aunque no quiso entrar en detalles sobre cuáles serían las posibilidades.

Se limitó a señalar que el procedimiento de infracción abierto en marzo al Reino Unido por los incumplimientos y el inicio de un arbitraje por lo que Bruselas considera falta de buena fe "han demostrado no ser suficientes", por lo que tendrán que usarse "otras herramientas".

En una tribuna publicada este domingo en el diario "Financial Times", el ministro británico Frost defendió que su país está aplicando el acuerdo, incidió en el impacto negativo que está teniendo en los suministros hacia Irlanda del Norte y consideró que encontrar una solución requiere "sentido común" por parte de la UE.

Cesiones y diálogo

En este sentido, las autoridades comunitarias defienden que están dispuestas a discutir una mayor flexibilización en la aplicación del protocolo, por ejemplo, para el suministro de medicinas, de coches de segunda mano, en el control de plantas de alto riesgo o en el etiquetado de los animales, entre otras áreas, para solucionar los problemas. Pero recalcaron que no pueden aceptar el incumplimiento de los acuerdos que firman con países terceros.

Para la UE, el principal problema reside en que el Reino Unido aún no le ha otorgado acceso técnico a sus sistemas para comprobar si están efectuando los controles debidos.

Y la solución a los problemas en estos chequeos pasaría por que el Reino Unido alinee, al menos de forma temporal, sus normas de controles sanitarios y fitosanitarios con las de la UE, lo que podría evitar un 80 % de las verificaciones.