El tribunal de la ciudad italiana de Macerata (centro) condenó hoy a cadena perpetua a un enfermero por matar a siete personas en una residencia de ancianos e intentarlo con otras cuatro mediante la suministración de psicofármacos.

La corte ha considerado culpable en primera instancia al enfermero Leopoldo Wick, de 59 años y natural de Ascoli Piceno, en la región de Las Marcas (norte), del homicidio de siete ancianos e intentarlo con otros cuatro en la residencia del pueblo de Offida.

Las muertes ocurrieron entre 2017 y 2019 debido a la suministración de insulina y psicofármacos a los ancianos a los que tenía que cuidar en la residencia, según informan los medios.

En concreto, ha sido acusado de "administrar repetidas e indebidas dosis de fármacos como la promazina, la insulina o anticoagulantes" a niveles "no necesarios, elevados o absolutamente contraindicados".

Los jueces le han atribuido siete de los ocho casos de homicidio que se le imputaban.

En el veredicto que establece su cadena perpetua, el tribunal de Macerata ha aceptado el agravante de haber cometido los crímenes recurriendo a "medios insidiosos", es decir, que causan daño bajo una apariencia inofensiva, como fármacos como la insulina.

El enfermero ha defendido sin éxito su inocencia durante el juicio.