El diputado francés Adrien Quatennens, excoordinador del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI) y uno de los políticos más conocidos del país, rechazó hoy dimitir tras ser condenado a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento por violencia machista.

En una entrevista al diario "La Voix du Nord", Quattenens se declaró víctima de "un linchamiento mediático" y de un "encarnizamiento" en su contra, por lo que aseguró que no dimitirá.

"Como ciudadano, acepto mi sanción", señaló, pero añadió que rehúsa "continuar sufriendo este encarnizamiento", por lo que tiene intención continuar como parlamentario.

"Dimitir tras haber sido condenado por un acto que he reconocido crearía un precedente peligroso y abriría la puerta a todo tipo de las instrumentalizaciones políticas de la vida privada", explicó en la entrevista.

Quatennens, de 32 años y que era una de las estrellas emergentes de la izquierda francesa, fue condenado hoy a cuatro meses de cárcel por un tribunal de Lille (norte) tras declararse culpable de haber dado una bofetada a su esposa, de la que se está divorciando, durante una discusión.

El incidente, divulgado en septiembre pasado, forzó su dimisión como coordinador de LFI, el principal partido de la izquierda francesa, fundado por el carismático Jean-Luc Mélenchon, y la interrupción de su trabajo como diputado.

Tras la condena, numerosas voces en el movimiento feminista y en partidos de izquierda pidieron su dimisión como diputado.

La abogada del político, Jade Dousselin, declaró a los periodistas a la salida del tribunal que la Justicia no seguirá investigando otras acusaciones de violencia psicológica de Quatennens contra su esposa, y que la condena se refiere a una bofetada que ocurrió "hace un año" en una situación "extremadamente tensa" y que "no se ha repetido".

"Esta pena no le impide volver a la Asamblea Nacional", afirmó Dousselin.

El nuevo coordinador del LFI, Manuel Bompard, señaló hoy en unas declaraciones radiofónicas su apoyo al retorno de Quatennans a la Asamblea Nacional y aseguró que eso no contradice el apoyo de LFI a la agenda feminista, "con la que estamos comprometidos".

Pero el grupo parlamentario de LFI anunció poco después su suspensión del grupo durante cuatro meses. Los demás partidos de izquierda y ecologista que junto a LFI conforman la coalición Nupes, se mostraron a favor de su dimisión.

Esa posición la manifestó la destacada diputada eco-feminista Sandrine Rousseau, quien afirmó que "un diputado condenado por violencia machista (...) debe dimitir. Por respeto a las mujeres, por nuestra lucha y por los valores que defendemos".

Además, movimientos y figuras contra la violencia machista se oponen a que Quatennens vuelva al Parlamento, con el argumento de que "un agresor no puede ser diputado".