La Fiscalía federal ha iniciado una investigación sobre las fugas de información a la prensa en relación con el escándalo de sobornos a miembros del Parlamento Europeo conocido como Catargate.

Esas filtraciones, considera la Fiscalía, pueden poner en peligro el dossier, ya que los sospechosos y sus abogados podrían argumentar que los derechos de la defensa han sido violados.

"Las fugas en la prensa pueden poner el dossier en peligro, razón por la cual iniciamos una investigación por violación del secreto profesional", informó el portavoz de la Fiscalía Eric van der Sypt, según recoge la radiotelevisión belga francófona RTBF.

"Es raro que tantas informaciones sensibles se encuentren en la prensa cuando la investigación acaba de empezar. La Fiscalía federal ha confirmado en el curso del día su intención de investigar las fugas repetidas", añadió.

El martes, los diarios belgas Le Soir y Knack y el italiano La Repubblica publicaron detalles sobre el proceso verbal llevado a cabo por el juez de instrucción Michel Claise que se encarga del caso.

La eurodiputada y exvicepresidente de la Eurocámara Eva Kaili habría admitido parcialmente su implicación en la corrupción, según las informaciones reveladas por esos medios.

También se publicaron elementos de un informe de la Seguridad del Estado que contenía extractos de conversaciones entre el exparlamentario Pier Antonio Panzeri, otro de los supuestamente implicados en el escándalo, así como de su mujer y su hija.

"Es lamentable que la Justicia belga sea incapaz de cubrir la confidencialidad de un dossier de este tipo. No estamos a la altura y es una vergüenza" dijo Laurent Kennes, una de las abogadas de Pier Antonio Panzeri, recoge el diario L'Echo.

Según el mismo medio, la investigación de esas filtraciones no será fácil, teniendo en cuenta el secreto de las fuentes de los periodistas, protegido por la ley, y el carácter internacional del caso, que hace que los documentos podrían haber llegado desde el extranjero.

Los protagonistas del escándalo que ha sacudido a la Eurocámara son la exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, su pareja y asesor en el Parlamento Europeo, Francesco Giorgi, el exeurodiputado Pier Antonio Panzeri (todos ellos socialdemócratas), además del lobista y director de la ONG No Peace Without Justice, Niccolò Figà-Talamanca. Los cuatro están acusados de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción.