La activista sueca Greta Thunberg reclamará este martes en Estrasburgo una ley de restauración de la naturaleza "fuerte" antes de que se vote en el pleno del Parlamento Europeo el miércoles, una cita que supone la última oportunidad de aprobar la ley y a la que el hemiciclo llega dividido entre un sector del Partido Popular Europeo quiere tumbarla a toda costa mientras que socialistas, verdes, liberales e izquierda la defienden.

En un breve mensaje difundido a través de su perfil en Twitter, Thunberg ha instado a los eurodiputados a no rechazar la ley y a votar por un texto "lo más fuerte posible". "Para mitigar la crisis climática y frenar la pérdida de biodiversidad, debemos restaurar la naturaleza", señala la publicación.

El primer escollo que deberá superar la norma para seguir su cauce legislativo es evitar ser rechazada por el pleno antes de que se voten, una a una, las cientos de enmiendas presentadas por los diferentes grupos políticos, un proceso que puede demorarse más de una hora.

Proceso de votación

Si una mayoría simple --más votos a favor que en contra--, logra rechazar el texto tal y como lo había redactado Bruselas, este se desechará y, dado el poco tiempo de maniobra que deja lo que queda de mandato antes de las elecciones europeas, el Ejecutivo comunitario no tendría tiempo de presentar uno nuevo adaptado a las exigencias tanto de los Estados miembro como de las diferentes fuerzas políticas con representación en la Eurocámara.

Fuentes comunitarias han asegurado a Europa Press que la Comisión ha hecho todo lo que estaba en su mano hasta la fecha para sacar adelante el texto basándose en la sustancia del mismo, pero huyendo de debates políticos que escapan a su intervención.

Escenarios posibles

El segundo escenario posible es que, si se aprueba, la ley pasará a negociaciones a tres bandas (trílogos) entre los negociadores el Parlamento Europeo, los gobiernos nacionales y la Comisión Europea para acordar un texto definitivo.

Tanto partidarios como detractores de la ley en la Eurocámara confían en lograr los números que avalen su posición el próximo miércoles, mientras que desde la Comisión ven "todo muy abierto", aunque el propio vicepresidente para el Pacto Verde, Frans Timmermans, ya avanzó que de rechazarse este texto no se presentaría otro.

Críticas de los populares europeos

La ley ha sido duramente criticada por el Partido Popular Europeo, que ha manifestado su rechazo frontal a la normativa en las comisiones parlamentarias de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca por considerar que "no es suficientemente buena" y que va "en contra de todo el sector primario, agricultores, ganaderos y pescadores".

En este sentido, Timmermans confesó que le entristecía que "algunos intenten llevar la política climática a las guerras culturales porque entonces se crea una oposición tribal y una vez que se entra en ella, los hechos ya no importan". "La crisis climática trasciende las diferencias políticas y que atajarla debería ser algo panpolítico, no de derechas o de izquierdas", incidió el holandés.

Recuperar la biodiversidad

La propuesta pretende ayudar a recuperar los hábitats europeos, el 80% de los cuales se encuentran en mal estado y fija, para lograrlo, objetivos y obligaciones específicos jurídicamente vinculantes.

El texto de Bruselas busca establecer medidas de recuperación que cubran al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas de la UE para 2030, y todos los ecosistemas que necesiten restauración para 2050.