La Comisión Europea planteó este martes cambios en el concepto de "país seguro" para facilitar las devoluciones de migrantes irregulares, de manera que, por ejemplo, ya no sea necesario que exista una "conexión" entre la persona que no tiene derecho a permanecer en la Unión Europea y el país al que se le devuelve.

Según la Comisión, la propuesta es "coherente" con el enfoque de "una gestión migratoria más eficaz" establecido en el Pacto sobre Migración y Asilo.

Además, "respalda los objetivos generales" de ese pacto y en particular el de hacer más eficiente la tramitación de las solicitudes de asilo en la UE y "encontrar soluciones para cooperar y compartir la carga con terceros países".

Con las modificaciones de Bruselas, en primer lugar ya no será "obligatoria" la conexión entre el solicitante y el tercer país seguro, según un comunicado del Ejecutivo comunitario.

No obstante, los Estados miembros "podrán optar" por aplicar el concepto de tercer país seguro cuando exista una conexión, si así se establece en su legislación nacional.

Además, Bruselas plantea que el tránsito por un tercer país seguro antes de llegar a la UE también pueda considerarse ahora un vínculo suficiente para aplicar el concepto de tercer país seguro.

"Acuerdo o convenio con un tercer país seguro"

Otra opción, cuando no exista conexión ni tránsito por un país seguro, será que exista "un acuerdo o convenio con un tercer país seguro", que "garantizará que se examine la solicitud de protección efectiva en el tercer país seguro, de modo que los solicitantes puedan recibir protección si está justificado".

Esa posibilidad, precisó Bruselas, no se aplicará a los menores no acompañados.

Por otra parte, la propuesta exige que los Estados miembros informen a la Comisión y a los demás Estados miembros antes de celebrar acuerdos o convenios con terceros países seguros, lo que permitirá a Bruselas "supervisar que estos acuerdos o convenios cumplan las condiciones establecidas en la legislación de la UE".

Bruselas recordó que, según la legislación comunitaria, los terceros países pueden considerarse seguros cuando cumplen una serie de condiciones, como la protección contra la devolución, la ausencia de riesgo real de daños graves y de amenazas a la vida y la libertad por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política, así como la posibilidad de solicitar y recibir protección efectiva.

Tras la propuesta de hoy, los dos colegisladores (es decir, el Consejo -países UE- y el Parlamento Europeo) deberán llegar a un acuerdo para su adopción y entrada en vigor.

Presión migratoria

El comisario europeo de Migración, Magnus Brunner, dijo en un comunicado que los países de la UE "han estado sometidos a una importante presión migratoria durante la última década" y señaló que el concepto revisado de tercer país seguro "es otra herramienta para ayudar a los Estados miembros a procesar las solicitudes de asilo de forma más eficiente, respetando plenamente los valores y los derechos fundamentales de la UE".

La eurodiputada de Sumar Estrella Galán opinó sobre la propuesta que "es un golpe letal al derecho de asilo" porque "pretende legalizar deportaciones a terceros países donde  las personas refugiadas jamás han estado y donde no se tienen vínculos ni garantías de protección".