Para relajarse y darse un buen baño en aguas termales cálidas y terapéuticas no es necesario rascarse el bolsillo. Por toda la geografía española hay balnearios naturales para disfrutar de sus bondades y visitar las localidades que los acogen. e encontramos a lo largo de la geografía española. Incluso con las bajas temperaturas, o para paliarlas, es una buena forma de disfrutar de las agradables temperaturas a las que brotan las aguas de las entrañas de la Tierra durante todo el año.

Termas de O Muíño da Veiga (Ourense)

Ubicado prácticamente en el lecho del río Miño, a las afueras de Ourense, se trata de un espacio de baño al aire libre al pie de un antiguo molino en madera (una acea) totalmente restaurado, del cual toma el nombre (muíño significa molino en gallego). Está rodeado de una amplia zona verde recreativa, que se funde con la vegetación de ribera del lugar.

El conjunto lo forman cinco piscinas: un vaso principal de 200 metros cuadrados, un segundo de 130 y otros dos más pequeños de 55 y 45, además de un vaso de agua fría para baños de contraste. El agua de baño ronda aquí los 40º C. Todo el recinto está alimentado por varias surgencias manando a temperaturas de entre 65 y 72º C, algunas de las más calientes de la Península.

Las aguas de este espacio de baño son de mineralización débil y alcalinas: bicarbonatadas-sódicas, fluoradas y silicatadas.

Pozas de Arnedillo (La Rioja)

Las pozas de Arnedillo son de libre acceso y se encuentran en el margen del río Cidacos. Contienen aguas con carácter minero medicinal, clasificadas como clorurado sódicas, sulfatado cálcicas, bromuradas, con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio, radiactivas e hipertermales, con una temperatura de emergencia de 52,5 °C. Es un lugar ideal para desconectar contemplando el paisaje y relarase en sus aguas.

Termas de Bande (Ourense)

Las termas de Bande están situadas en las orillas del embalse de As Conchas en un paraje de excepcional belleza. Son los restos de un antiguo balneario romano que ha llegado hasta nuestros días. Este aprovecha las aguas termales de la zona que brotan a 14 litros por segundo con una temperatura de 46ºC y son de mineralización media, fluoruradas y litínicas. Están indicadas para afecciones como el reuma, la artritis y las enfermedades digestivas, respiratorias, dermatológicas y del hígado.

Es posible que en temporadas de invierno estén inundadas por las aguas del embalse. Las pozas están rehabilitadas, dispone de piscinas grandes y de bañeras individuales. Aparcamiento libre y de buen acceso.

Baños de Río Caldo (Ourense)

En el pueblo de Lobios, encontramos los relajantes Baños de Río Caldo (Caliente, en castellano), piscinas naturales de aguas termales que llegan a alcanzar temperaturas de hasta 60ºC. Se trata de aguas de mineralización débil, clasificadas como bicarbonatadas sódicas y fluoruradas.

Piscinas naturales de la Fontcalda (Tarragona)

Entre las sierras de la Mola y el Crestall, se extienden las piscinas naturales de la Fontcalda, con unas aguas de 25ºC aproximadamente. Además, la zona se ha habilitado para hacer la experiencia lo más cómoda posible para toda la familia. Para visitar la Fontcalda y disfrutar de su maravilloso balneario natural se puede hacer una pequeña ruta de senderismo, de la que puede disfrutar toda la familia. En este balneario, además está situado el Santuario de la Mare de Déu de la Fontcalda.

Termas naturales de Alhama (Granada)

De la Sierra Tejeda, en Granada, emanan algunas piscinas termales gratuitas de una temperatura de aproximadamente 47 grados que se mantienen incluso en temporadas invernales. Los fines de semana suelen estar muy concurridas, por lo que es recomendable visitarlas entre semana.

Manantial l’Estany i el Riuet (Tarragona)

Cerca de la playa Comarruga, se encuentran estas aguas de temperatura que va entre los 18ºC y 21ºC, que brotan de las rocas calcáreas. Así, nace un pequeño lago que goza de propiedades medicinales por su alta concentración de sales cloruradas sódicas y sus beneficios terapéuticos.