Desde Luis Buñuel, el cine español no había ofrecido un relato tan estremecedor, visionario y clarividente sobre el tiempo que representa como lo hace, con magistral control, el último filme de Oliver Laxe
Desde Luis Buñuel, el cine español no había ofrecido un relato tan estremecedor, visionario y clarividente sobre el tiempo que representa como lo hace, con magistral control, el último filme de Oliver Laxe