El santuario del alto de Piñalba en Sorlada celebró ayer la festividad de san Gregorio (9 de mayo), tres días después. Y lo hizo, como es tradición, con la celebración de una misa en el templo que estuvo acompañada del coro de Orcoyen. También se celebró el recibimiento especial que la localidad de Etayo brinda cada año a los asistentes con una aperitivo bajo una txara (encino) centenaria, sirviendo vino en copas de plata que datan de 1840.