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Dos fallos defensivos gordos, por el tamaño de las consecuencias, y sonoros, por el estrépito en el marcador final, definieron el camino de Osasuna ante el Athletic, que estuvo mejor y con más chispa para buscar la portería de los rojillos y que se llevó los puntos de El Sadar.
El conjunto rojiblanco, que demostró que está en un gran estado de forma y que anda con una velocidad distinta a los rojillos, ayudó a estropear el final del año del conjunto de Vicente Moreno, que culminó con una imagen decepcionante y una derrota –la segunda de la temporada en casa– la deceleración de su ritmo en las últimas jornadas, en las que no conoce el triunfo desde hace seis encuentros. Lea la crónica del partido.