- Multimedia
- Servicios
- Participación

Osasuna hizo lo que mejor sabe hacer esta temporada, empatar, y en el partido en Leganés, donde era necesario dar un golpe en la mesa y demostrar carácter para zanjar el asunto de la salvación, no se pasó de otra igualada gris en la que se reunieron varios factores, relacionados unos con la falta de acierto –Budimir falló tres goles claros– y otros con la falta de compostura –el repliegue final favoreció un penalti inocente de Abel Bretones que se adjudicó el conjunto madrileño–. Osasuna está aplazando la permanencia, en Butarque de manera imperdonable. Lea la crónica completa.