La pandemia ha puesto de manifiesto numerosas necesidades y carencias en materia de vivienda. Son muchos los que, como consecuencia del confinamiento, se han dado cuenta que sus hogares no ofrecen el confort y espacios necesarios. Pisos pequeños, inmuebles sin salidas al exterior, hogares con poca luz o mala orientación, estancias sin los equipamientos adecuados, etc...son algunas de las principales quejas de muchos ciudadanos en materia de vivienda. No obstante, más allá de los embates que el coronavirus ha supuesto en el día a día de la sociedad y en la vida en el hogar, la vivienda está experimentando toda una revolución, sobre todo en materia energética y en los ámbitos de la sostenibilidad y la convivencia. Por ello, en este artículo nos vamos a detener en analizar cómo serán las casas del futuro.

¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo serán las casas dentro de 15, 20 o 30 años?. Para responder a esta pregunta hay que detenerse en las tendencias en materia constructiva y residencial más punteras. Por lo general, predominan las viviendas inteligentes, en las que las energías renovables y la domótica son las grandes protagonistas. Diferentes aparatos facilitarán nuestras rutinas y el aprovechamiento de la naturaleza será una constante. Por otro lado, los movimientos demográficos también condicionarán la construcción de viviendas en el futuro.

Viviendas inteligentes

Las casas del futuro funcionarán en gran medida gracias a determinadas y variadas instalaciones, a las cuales tendremos acceso desde diversas aplicaciones. La domótica pasará a formar parte de nuestro día a día y se convertirá en una de las grandes protagonistas en el hogar. Toda esta tecnología facilitará muchas de nuestras rutinas y optimizará el funcionamiento y mantenimiento de la vivienda.

Energías renovables

Por otro lado, las energías renovables serán las grandes suministradoras de las principales fuentes energéticas necesarias en el hogar. Las conocidas como casas ecológicas y eficientes pasarán de ser minoritarias, como lo son ahora mismo, a convertirse en mayoritarias.

Aquí influirá de manera determinante las idóneas condiciones geográficas y meteorológicas de las que dispone el Estado. De hecho, diversos estudios apuntan ya a que en el año 2030 la mayoría de viviendas en el Estado apostarán por la energía solar para sus instalaciones. Además, se prevé también que en las próximas décadas se multiplique el uso de la energía eólica.

Residencias multifamiliares

Por último, teniendo en cuenta los cambios demográficos previstos, el diseño residencial también variará. Desde residencias multifamily, en las que conviven estudiantes universitarios y jóvenes trabajadores, hasta complejos residenciales para la tercera edad. En este tipo de construcciones priman las instalaciones compartidas para el ocio y la práctica del deporte, así como las buenas comunicaciones en la zona. Además, se trata de recintos con apartamentos o estudios totalmente equipados.