Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón es para la reina Letizia la antítesis del buen hacer que representa su sobrino Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin y Borbón. La dolce vita frente a la vida austera y educada. La trivialidad frente al compromiso deportivo y social. Y más ahora que la chavala ha optado por la única vida que no requiere madrugar antes de las 10 horas, ni un exceso de reflexión interna: la de influencer.

Pues sí, la hija de la infanta Elena, de 21 años de edad, ha dado el paso que nunca ningún miembro de la familia real española se había atrevido a ejecutar, y con dos cojones ha posado y concedido su primera entrevista a la revista Elle, que es como la Pronto de toda la vida, pero con una mayor concatenación de temas chic y glam.Portada de la revista.

En dicho documento escrito, la también hija de Jaime de Marichalar admite sin cortarse un pelo que su abuelo don Juan Carlos es su "persona favorita del mundo". Y no solo eso, también afirma que es su fuente principal de inspiración y que lo considera "como un segundo padre" (imaginen en este momento a doña Sofía tragando saliva). Vic, además, ha heredado del exiliado abu su afición por la tauromaquia, su compromiso con el catolicismo, la moda y el flamenco. Cuatro altares que defiende y lleva por bandera.

Del abuelo, al parecer, también ha tomado ese afán por amasar dinero fácil. Dicen las malas lenguas que por el inocente posado en photocall para Elle ha cobrado unos 3.000 mil euros, jugosa cifra que al parecer pide por cada evento al que acude. Y eso que concreta que no quiere hacer de las redes sociales su trabajo principal. Pero de momento, y asesorada totalmente por su estiloso padre, la royal acaba de transformar su perfil en público para poder trabajar así con la agencia de representación de influencers Soy Olivia.